¿La Tierra no ha podido detener el cambio climático?

¿La Tierra no ha podido detener el cambio climático?

Según un informe coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), «Nuestro planeta está muy lejos de alcanzar sus objetivos climáticos.» Y esta situación socava los esfuerzos globales para combatir el hambre, la pobreza y los problemas de salud, mejorar el acceso a energía y agua limpia y abordar muchos otros aspectos críticos del desarrollo sostenible.

El efecto mariposa de los sistemas más complejos
Hasta la última década, la predicción meteorológica se concebía mediante modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y que daban lugar a predicciones con un alto grado de fiabilidad. Sin embargo, el llamado «efecto mariposa» transferido a sistemas complejos como la predicción meteorológica tendría el efecto secundario de la imposibilidad de detectar de antemano el futuro inmediato.

Así, los modelos cuánticos utilizados en la predicción meteorológica, como el GFS americano, el ECMWF High RES europeo o el HAFS para predecir huracanes, serían solo simulaciones basadas en modelos anteriores, por lo que la inclusión de una sola variable incorrecta o la aparición repentina de una variable imprevista hace que el margen de error de esos modelos se amplíe en cada unidad de tiempo simulada hasta superar incluso el límite estratosférico del cien por cien. En consecuencia, estos modelos numéricos solo son capaces de radiografiar fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del cambio climático que se está produciendo.

La COP28 fue ineficaz
En el informe final de la citada cumbre de Dubai, firmada por 180 países y con la ausencia de los líderes de los dos países que más gases de efecto invernadero producen en el mundo, (China emite casi un tercio del CO₂ en el mundo y Estados Unidos sería el mayor emisor históricamente), se destaca que “los países en desarrollo son particularmente vulnerables a los efectos negativos del cambio climático y se necesitan opciones de mitigación viables, efectivas y de bajo costo en todos los sectores”.

En este contexto, según un estudio internacional liderado por la Universidad de Leeds, “los países del Norte Global que emiten niveles excesivos de dióxido de carbono (CO2) deberían pagar un total de 170 mil millones de dólares en compensaciones o reparaciones a los países del Sur Global para 2050 para garantizar el cumplimiento de los objetivos de cambio climático.

Además, para limitar el calentamiento global a 1,5°C, el acuerdo establece que «las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 43% para 2030 y en un 60% para 2035 en relación con los niveles de 2019 y alcanzar cero emisiones netas de dióxido de carbono para 2050». medidas plausibles pero cuya aplicación dependerá de la voluntad de quienes los principales países contaminantes incluidos en el área geoeconómica del Norte Global.

Así, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte que 2024 podría ser incluso más cálido que 2023, dado que el evento de El Niño suele tener el mayor impacto en las temperaturas globales después de haber alcanzado su pico. En consecuencia, se podría lograr un aumento de la temperatura global de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, considerado la barrera insuperable en los objetivos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y considerando la inacción del Norte Global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

DANA y el Mediterráneo
Debido al cambio en la circulación atmosférica, en los últimos cinco años hemos visto el surgimiento de carreteras mojadas que conectan el Caribe con el sur de Europa, generando un clima húmedo y templado en el Sur mientras que el norte y el centro de Europa quedan atrapados en el chorro polar que genera fuertes nevadas y vientos helados.

Al mismo tiempo, estamos siendo testigos del aumento de DANAS (Depresión Aislada de Alto Nivel) que es separado de la circulación atmosférica general y alimentados por los vientos húmedos del mar Mediterráneo, generan graves inundaciones en los países del sur de Europa y el norte de África.

DANAS se regiría por las leyes del caos inconexo y se desplazarían con movimientos erráticos impulsados ​​por fuerzas centrípetas y centrífugas, lo que aumentaría su volatilidad y la dificultad de los modelos cuánticos para trazar con suficiente antelación su posible trayectoria e impacto local, como se comprobó en la reciente DANA de Valencia con su recorrido. Más de 200 muertes y millones de dólares en daños.

El Mediterráneo se habría convertido así en una incubadora de DANAS, presentando las condiciones óptimas para su desarrollo y posterior implosión, contando con los ingredientes letales que constituyen el cóctel explosivo de gota fría o DANAS.

Así, la elevada humedad que ofrecen los vientos de Levante y el aumento descontrolado de la temperatura de sus aguas, forman una dupla que se retroalimenta y genera un tren de violentas tormentas que al mismo tiempo se estanca en las montañas que cierran el arco mediterráneo provocando lluvias torrenciales en las cabeceras de ríos y barrancos y posteriores inundaciones en localidades de sus tramos bajos y desembocaduras.

Ante la inacción del Norte Global para reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera que provocan el calentamiento global y el alarmante aumento de la temperatura del mar, fenómenos climáticos extremos como sequías e inundaciones. Se incrementarán hasta alcanzar un paroxismo en las próximas décadas, siendo previsible la repetición inarticulada de DANAS en todo el arco mediterráneo, afectando con especial virulencia a la costa mediterránea española.

Cobarde DANA no dejará de realizarse a medida que el calentamiento global agudice su aparición por lo tanto, si la urbanización no se planifica adecuadamente, se implementan sistemas de alerta temprana y no se toman medidas de preparación efectivas, sus consecuencias serán cada vez más graves y letales.

Germán Gorraiz López – analista

FUENTE

nuevaprensa.info

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