La Media Luna Roja denuncia el uso por parte de Israel de vehículos humanitarios para operaciones militares
La Media Luna Roja denunció el lunes el uso por parte de Israel de vehículos humanitarios para llevar a cabo operaciones militares, después de que fuerzas especiales israelíes supuestamente utilizaron esta estrategia para infiltrarse en el campo de refugiados de Nuseirat, en la Franja de Gaza, rescatando a cuatro rehenes en una operación que dejó 270 muertos y más de 700 heridos.
«Advertimos sobre el peligro de utilizar un camión de ayuda humanitaria como cobertura para operaciones militares», afirmó la organización, añadiendo que «estas acciones se producen en un momento en el que la población que vive en Gaza necesita desesperadamente ayuda, en un contexto de grave inseguridad alimentaria y continua preocupación por el hambre».
En este sentido, indicó que las acciones de Israel son preocupantes por varias razones, como el uso de una fuente confiable para las personas atrapadas en el conflicto, lo que constituye una violación del derecho internacional humanitario y consuetudinario, que prohíbe el delito de traición.
«Ocultar fuerzas militares dentro de un camión de ayuda se considera un crimen de guerra contra los civiles. Las fuerzas de ocupación engañaron a la gente pretendiendo dar ayuda», denunció a través de su perfil en la red social X.
Por otro lado, aseguró que el «segundo motivo» es que esta acción «destruye la confianza de la población civil en quienes entregan la ayuda», lo que «nuevamente pone en riesgo la ayuda humanitaria y el personal sanitario».
Las autoridades israelíes negaron categóricamente esta información, inicialmente difundida por fuentes locales. Por su parte, la relatora de la ONU para Palestina, Francesa Albanese, señaló que las fuerzas de rescate utilizaron «con intenciones traicioneras» vehículos de ayuda falsos para infiltrarse en lo que calificó como una «maniobra de camuflaje humanitario a otro nivel».
Albanese acusó a Israel de utilizar a los rehenes como excusa para «legitimar la matanza, la mutilación y el hambre de los palestinos en Gaza» y afirmó que «Israel podría haber conseguido la liberación de estos rehenes durante el primer alto el fuego hace ocho meses».
En la misma operación se denunció el uso del dique temporal construido por Estados Unidos en la costa de Gaza durante la operación israelí, acusación también negada por las autoridades estadounidenses, que aclararon que los rehenes, ya liberados, habían sido extraídos desde el enclave a través de esta instalación, sino desde «un área al sur» de la estructura «y cualquier afirmación en contrario es falsa».
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