Miguel Pozo, uno de los bomberos que formó parte del primer destacamento de bomberos mallorquines desplegados en la Comunidad Valenciana para ayudar en las tareas de emergencia y asistencia a los afectados por la DANA y que regresó a la isla el viernes 8 de noviembre, afirmó que «el Las dimensiones de lo ocurrido» en Valencia «son inimaginables hasta que estás allí».
Pozo se pronunció así, en declaraciones dirigidas a la prensa, tras la recepción que el presidente del Consell, Llorenç Galmés, y el director de Emergencias de la isla, Joan Fornàs, ofrecieron a este primer destacamento de bomberos de Mallorca, en el Parque Inca.
Con sus palabras, este bombero quiso aclarar que lo que se ve estos días en televisión, en redes sociales y demás es «sólo una foto» pero «las dimensiones de lo ocurrido son inimaginables hasta que estás allí».
De hecho, explicó, «estaba alojado en Gandía, a unos 80 kilómetros, y cuando subes son 30 kilómetros de devastación hasta llegar a la zona cero, donde estábamos nosotros». «No es un lugar, no es una calle, son ciudades y ciudades y ciudades», añadió, asegurando que «es impresionante».
«No basta con una foto, ni con lo que está pasando en las redes sociales», subrayó, menos cuando «convives con gente y te cuentan sus historias personales de cada uno, que perdieron absolutamente todo, y, bueno, será». tomar tiempo antes de que puedan levantar la cabeza», añadió.
Al respecto, y preguntado qué se necesita ahora mismo en las zonas afectadas por la DANA, Pozo enfatizó que “lo que se necesita es absolutamente de todo”. Aunque, precisó que, desde su punto de vista, «tienen cubiertas sus necesidades básicas». «No faltan alimentos ni ropa», detalló. “Se necesita maquinaria, herramientas para quitar, sobre todo barro, pero luego cualquier problema profesional con electricidad, fontanería (…) Se necesitan manos, se necesitan profesionales”, subrayó. Pues “la gente que tiene sus negocios allí y se dedica a ello no puede funcionar, no puede ayudar porque también lo ha perdido todo”. «Es decir, los principales servicios están devastados», ha apuntado.
Por otro lado, este bombero se refirió a cómo los valencianos estaban «súper agradecidos» por la ayuda prestada, poniendo como ejemplo el «detalle» que tuvieron algunos de los vecinos afectados por la DANA que, desde un balcón, habían puesto La Balanguera sus dedos de los pies para despedirse de los bomberos de Mallorca. «Fue súper emotivo. Llegamos con aplausos y nos despedimos con aplausos. Fue un premio a todo el trabajo que hicimos allí todos estos días», afirmó Pozo.
Finalmente, otra muestra del agradecimiento de los valencianos fue que «un niño regaló una camiseta de su equipo de fútbol de Alfafar» a los bomberos de Mallorca. Cabe señalar que el campo de fútbol de Alfafar «ha quedado destruido y en este campo se recogen todos los vehículos averiados y residuos» recogidos por la DANA. «Se les acabó una cancha de fútbol, no sé cuándo la podrán recuperar, y bueno, fue un lindo regalo ayudar», dijo Pozo, comentando que esta camiseta «ya está colgada en Inca». Parque.» «Es un recuerdo que nos trae de vuelta», concluyó.