La influencia de los horarios diarios en nuestro peso: 5 consejos a tener en cuenta
Los ritmos circadianos son ciclos biológicos que se repiten cada 24 horas y regulan todas nuestras funciones fisiológicas, como el ciclo sueño-vigilia. Estos ciclos existen en toda la naturaleza, desde las plantas hasta los humanos, para adaptarse a los cambios de luz y oscuridad y a la rotación de la tierra.
«Nuestras funciones fisiológicas a lo largo de las 24 horas del día están «intrínsecamente relacionadas con la obesidad». advirtiendo que la desincronización circadiana, ya sea por patrones irregulares de sueño, turnos nocturnos o hábitos alimentarios inadecuados, puede alterar el metabolismo y favorecer el desarrollo de obesidad.
Los ritmos circadianos son como un reloj interno que regula procesos metabólicos esenciales como la liberación de hormonas, la sensibilidad a la insulina y el uso de energía. Cuando este reloj se desequilibra, por ejemplo por comer a horas irregulares o no dormir lo suficiente, aumenta el riesgo de desarrollar obesidad.
Un claro ejemplo es el trabajo por turnos. donde se alteran los patrones de sueño y la dieta. Los estudios han demostrado que Estas personas tienen una mayor tendencia a acumular grasa abdominal, así como el desarrollo de resistencia a la insulina, incluso con un aporte calórico similar al de personas con un horario regular.
«En España debemos anticiparnos a la hora de comer Lo pasamos fatal, llevamos una vida muy tardía».
Intervenciones que podemos hacer para actuar eficazmente en la relación entre nuestros ritmos circadianos y la obesidad:
– Promoción de programas regulares tanto para las comidas como para dormir, lo que ayuda a sincronizar los relojes internos.
– Priorizar el sueño: Mejora la calidad y duración del descanso nocturno, dado el impacto directo sobre el metabolismo.
– Crononutrición: Ajusta tu ingesta calórica a los momentos de mayor actividad metabólica, con desayunos más completos y cenas más ligeras.
– Promover hábitos regulares de sueño, alimentación y actividad física. Puede ser una estrategia preventiva y terapéutica eficaz contra la obesidad.
– Reducir la exposición nocturna a la luz artificial: porque la luz afecta directamente a nuestro reloj interno y puede alterar los ritmos hormonales.
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