La importancia de la diplomacia cultural para Euskadi.
El presidente, Imanol Pradales, resaltó la importancia de la diplomacia cultural para establecer nuevas alianzas para Euskadi durante su visita a las instalaciones de Albaola Itsas-Kultur Faktoria, en la ciudad de Pasaia, Guipúzcoa.
Pradales visitó Albaola acompañado por la vicepresidenta y ministra de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, el secretario general de Acción Exterior y Euskadi Global, Ander Caballero, y el embajador de Canadá, Jeffrey Marder.
Guiados por el director de la fábrica, Xabier Agote, pudieron conocer de cerca sus actividades y el progreso en la construcción de la réplica del San Juan, un ballenero vasco que naufragó en las costas de Red Bay, Canadá, en 1565.
«La historia de nuestro país está íntimamente ligada al mar. Durante siglos hemos navegado para subsistir, pescar, establecer relaciones comerciales y culturales con otros pueblos. Nuestros astilleros y constructores fueron de los mejores. Su labor es un excelente ejemplo de la manufactura vasca, una fortaleza que mantenemos y nos distingue», resaltó el Lehendakari.
Asimismo, afirmó que «nos enorgullece este legado, conocimiento y forma de trabajar». «Con nuestro tamaño, Euskadi debe ser el motor del renacimiento industrial de Europa. Estoy seguro de que si lo hacemos bien, como lo hacen hoy los constructores de barcos, nuestras oportunidades se multiplicarán», enfatizó.
En este sentido, destacó que la relación con el mar ha permitido «establecer conexiones que nos han aportado valor, no solo económico, sino también cultural, científico y humano».
«Ha pasado mucho tiempo desde que se establecieron pesquerías vascas en Terranova y Labrador. Esta presencia y patrimonio histórico compartido entre Canadá y Euskadi está documentado desde principios del siglo XVI. Una conexión que viene de lejos. Hemos creado lazos que seguimos manteniendo con orgullo», señaló.
Pradales mencionó el barco San Juan como ejemplo, que «fue rescatado en colaboración entre el País Vasco y Canadá, extraído pieza a pieza y estudiado en detalle». A partir de los planos elaborados con esa información, Albaola trabaja en la construcción de una réplica exacta utilizando métodos de la época.
«Este proyecto está entrando en una fase crucial. Debemos darle un último empujón y trabajar en equipo, como hemos hecho hasta ahora. Una vez finalizado, podremos cumplir nuestro sueño de ver el barco zarpar y llegar con éxito a Canadá», expresó.
El Lehendakari aseguró que, al igual que aquellos pescadores, quieren encarar el futuro con determinación, sin miedo a los desafíos. Quieren ser protagonistas en el mundo y enriquecer los lazos con otros pueblos y territorios.
Además, recordó que el Eje Atlántico era un espacio natural de colaboración para Euskadi y consideró que «para revitalizar esta colaboración, logrando nuevas alianzas a través de la diplomacia cultural, nuestro patrimonio marítimo es una herramienta clave».
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