La ciencia explica la situación actual en Venezuela
José Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español, afirmaba que «la política es la ciencia de la mentira», y los políticos profesionales a menudo necesitan recurrir a la mentira para cautivar a la gente y, especialmente, al electorado, así como para ocultar sus fracasos y errores.
«También deben proyectar una buena imagen. y los políticos, de cierta manera, son seductores y necesitan que los demás los vean de manera positiva», afirma José María Martínez Selva, catedrático de Psicobiología de la Universidad de Murcia, experto en psicología y neurociencia, recientemente autor del libro «La nueva ciencia de la mentira» (Paidós).
El experto señala que es común que los políticos recurran a mentiras para encubrir situaciones mal gestionadas y mantener una fachada frente a la sociedad. A menudo hacen un «uso instrumental» de la mentira, aprovechando su capacidad de persuasión y su necesidad de destacar sobre los demás.
Martínez Selva destaca que los políticos tienen acceso privilegiado a los medios de comunicación, lo que amplifica el impacto de sus mentiras en comparación con las mentiras cotidianas de la gente común. Esto contribuye a la asociación entre política y mentira.
El libro también aborda cómo las circunstancias actuales, como Internet y las redes sociales, han transformado la política en un terreno fértil para la innovación en formas de mentir. Se mencionan ejemplos de líderes políticos como George W. Bush y Vladimir Putin, cuyas mentiras tuvieron graves consecuencias.
En este contexto, se menciona que los nuevos dictadores han cambiado su enfoque, utilizando la mentira de manera más sutil pero efectiva para influir en la percepción y decisiones de la población, como en Rusia o Venezuela.
Según Martínez Selva, el problema radica en que la mentira está cada vez más presente en democracias formales, donde se celebran elecciones y hay partidos políticos, pero el gobernante logra mantener el poder a través de diversos mecanismos.
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