El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, agradeció la «sinceridad» del ministro de Transportes, Óscar Puente, cuando aseguró este miércoles que el traslado de la AP-9 a Galicia era un tema «muy difícil». «Creo que lo que está pasando es que la voluntad política es extremadamente baja», añadió.
Así se pronunció el presidente regional a preguntas de los medios de comunicación en la comparecencia de prensa celebrada este jueves, tras la aprobación de los presupuestos de la Xunta para 2025 en un Consejo extraordinario.
«Tengo que valorar la sinceridad, que contrasta con lo que nos dicen aquí», dijo Rueda en referencia a las palabras de Puente el pasado miércoles en el Congreso, cuando enfrió la tramitación en el Parlamento de Galicia de la actual transferencia de titularidad de la AP-9 a Galicia.
Después de que Puente alertara de las dificultades que entraña la casación jurídica de este traspaso, solicitado en los últimos ocho años por la Cámara de Galicia a través de cuatro proyectos legislativos aprobados por unanimidad, el primero de ellos en 2016 con el PP en el Gobierno central; Rueda dijo que el traspaso era una cuestión de «voluntad política».
Por ello, espera que la «calificación» de «tremendamente difícil» se haga «posible» ya que «otras cosas son mucho más difíciles de hacer en otras comunidades autónomas, sobre todo con una».
Para el presidente gallego, «sería muy difícil de explicar» si no hay un traspaso «que conduzca a una mejor gestión» y dejaría al Partido Socialista de Galicia «en muy mal lugar», que espera que «lo haga». se dará cuenta de que hay cosas que no se pueden defender»; y al BNG, que «dijo tantas realizaciones» relacionadas con la autopista.
