Jiménez (Scrats) pronostica ‘malestar social’ por corte Tajo-Segura.
El presidente de la Unión Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, predijo este martes que habrá «cuerdas sociales» debido al «recorte» en las nuevas normas de explotación del trasvase, que incluye una reducción del 40% de los recursos y la disminución de 213 hectómetros cúbicos de agua subterránea.
En declaraciones en el programa «Plaza Pública» de Onda Regional de Murcia (ORM), recogidas por Europa Press, Jiménez explicó que el buen estado actual del trasvase, con 1.100 hectómetros cúbicos en los embalses de Entrepeñas y Buendía, en Castilla-La Mancha, es «un espejismo» para los regantes levantinos.
«Predigo que habrá malestar social. Los recortes ya se han hecho antes, hubo mucho malestar social y la voluntad política prevaleció incluso por encima de las decisiones de los técnicos, que planearon un recorte mucho más suave que el impuesto por el nuevo Comisario Europeo», afirmó Jiménez.
Indicó que Scrats analizará «cómo» se definen los volúmenes en las nuevas reglas mineras y formará su opinión a partir de ahí, aunque destacó que «no hacen falta nuevas reglas mineras» como ocurre con el actual «Tajo, que no solo no ha disminuido, sino que alberga 1.100 hectómetros cúbicos y aquí se podría regar».
Para Jiménez, las normas actuales «deben mantenerse» pero «otras deben ser liberadas» por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Retos Demográficos (Miteco), cuyas condiciones de salida habrá que ver. «Sabemos que ya están preparadas, solo falta determinar la fecha de su publicación», comentó.
Recordó además que los regantes también están a la espera de ver «cómo termina el corolario de las solicitudes de desarrollo del Tajo» y si el Tribunal Supremo «toma en cuenta las razones invocadas por el propio Consejo de Estado», que en un dictamen «destruyó esa planificación por considerarla incorrecta e ilegal».
Según el presidente de Scrats, los regantes creen que el Gobierno central «intentará» hacer «cambios legislativos» para modificar el «paraguas legal» del Tajo-Segura y, en este sentido, han adelantado que serán «cuidadosos» al analizar el posicionamiento de las distintas fuerzas políticas.
«Y en algunos casos tendremos que ver qué hacen nuestros diputados regionales y cuáles son sus lealtades, ya sea al partido o al bienestar de sus ciudadanos», añadió.
En cuanto a la disminución de las aguas subterráneas explotadas, Jiménez indicó que los recursos caerán «prácticamente a la mitad». «Si finalmente sumamos esto a la reducción de las transferencias, estaríamos hablando del 35% de los recursos gestionados por esta cuenca, ya de por sí bastante escasos», denunció.
En este escenario, Jiménez ve «poco margen de maniobra» para los regantes levantinos porque la «única» medida que ofrece el Miteco para solucionar la situación es un incremento del agua desalada de 38 hectómetros cúbicos, lo que no supone «una transición ecológica» ni la responsabilidad del Estado.
«Sacamos del tablero de juego 318 hectáreas, provocando una herida muy grande al mejor sistema de riego del país, y está previsto un parche de 38», denunció Jiménez, quien sostuvo que el Gobierno Central debería haber «proporcionado una solución» antes de convertir esto en un fracaso tan importante en el riego.
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