El parlamento ultraconservador del país está teniendo una reunión a puerta cerrada para discutir una posible respuesta.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, finalmente se ha pronunciado sobre el ataque israelí al país el pasado sábado, que resultó en la muerte de cuatro soldados iraníes y dañó posiciones militares en un bombardeo que él calificó como «un error de cálculo». «
El bombardeo de Israel, presentado como una respuesta al bombardeo iraní de su territorio la semana pasada, duró dos horas y se dirigió a posiciones en las provincias de Teherán, Ilam y Juzestán. A través de canales diplomáticos, Israel sugirió que era una respuesta específica e instó a Irán a no tomar represalias.
«No podemos subestimar ni exagerar la maldad mostrada por el régimen sionista. Debemos aprovechar su error de cálculo. Deben comprender nuestra fuerza, nuestra voluntad y nuestra iniciativa como nación iraní», dijo el domingo en declaraciones recogidas por funcionarios de medios de comunicación del país.
Jamenei, sin embargo, dejó que sus subordinados consideren la respuesta que consideren adecuada contra este ataque, ya que «hay que reconocer que los oficiales son los que saben qué es lo mejor para este país».
Mientras tanto, el parlamento iraní inició el domingo una sesión a puertas cerradas para discutir el ataque israelí. La cámara legislativa del país está dominada por un establishment ultraconservador cuyas tendencias no necesariamente se alinean con las del presidente reformista del país, Masud Pezeshkian. Sin embargo, tienen cierta influencia en el liderazgo clerical y en el ala dura del ejército.
El presidente del Parlamento es Mohamad Bagher Ghalibaf, ex general del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, que ayer dio por sentada una respuesta militar iraní amparada por el derecho a la autodefensa según la Carta de la ONU, pero las declaraciones del gobierno, a su vez, enfatizaron la preservación de la estabilidad regional.