Italia está molesta con Fiat por usar el tricolor en los autos fabricados en el extranjero.
La disputa entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el propietario de Fiat, Stellantis, terminó cuando Fiat acordó retirar la bandera italiana del parachoques del Fiat 600 de fabricación polaca.
El acuerdo entre el gobierno italiano es el último de una disputa con Stellantis, quien el mes pasado dijo cambiaría el nombre del SUV Milano de Alfa Romeo también producido en Polonia.
El primer ministro italiano y sus ministros acusaron a Stellantis de engañar a los compradores de sus coches utilizando un nombre que «sonaba italiano». El ministro italiano de Industria, Adolfo Urso, explicó: “En Polonia no se puede fabricar un coche llamado Milano. La ley italiana lo prohíbe.
“Esta ley establece que y no se pueden dar pistas engañosas para los consumidores, un coche llamado Milano debe producirse en Italia». Ahora se llama el auto. Júnior.
Stellantis ha negado continuamente las acusaciones, incluido el relativo al uso de la bandera italiana, argumentando que la bandera simboliza el «origen comercial del producto». Aceptó quitar la bandera de sus SUV Fiat 600 para «evitar malentendidos».
El fabricante de automóviles dijo en un comunicado que «opera con total y absoluta transparencia cuando se trata de dónde se ensamblan sus productos». Y agregó: “Stellantis cree firmemente que siempre actuó con total justicia a este respecto».
La producción de automóviles Fiat se diversificó
La semana pasada, la policía italiana confiscó más de 130 coches Fiat Topolino importados de Marruecos donde se fabricaban, porque tenían una pegatina en las puertas con los colores de la bandera italiana.
Stellantis tiene su sede en Países Bajos y surgió de la fusión de 2021 entre Fiat Chrysler Automobiles y el Grupo PSA, con sede en Francia. Meloni ya había criticado la fusión de ambas empresas, afirmando que se trataba de una «absorción por parte de los franceses».
Francia tiene una participación en la empresa y un puesto en el consejo de administración de Stellantis, pero los intentos de Italia de obtener representación fueron rechazados por John Elkann, el mayor inversor en Stellantis y también el jefe de la familia Agnelli, familia que fundó la empresa que se convirtió en el mayor fabricante de automóviles de Italia.