Un grupo internacional de derechos humanos afirmó que Israel utilizó proyectiles incendiarios con fósforo blanco contra edificios residenciales en al menos cinco pueblos y ciudades en el sur del Líbano devastado por el conflicto, lo que podría haber herido a civiles y violado el derecho internacional, según un informe publicado el miércoles.
Según el informe de Human Rights Watch, no se encontraron quemaduras de fósforo blanco en el Líbano, pero hubo informes que indicaban posibles daños respiratorios.
Los activistas de derechos humanos señalan que disparar este tipo de municiones en áreas pobladas va en contra del derecho internacional.
El fósforo blanco puede causar incendios en edificios y quemar la piel hasta los huesos, pudiendo llevar a infecciones y fallas orgánicas o respiratorias en los sobrevivientes, incluso si las quemaduras son leves.
El ejército israelí le dijo a La Prensa Asociada que cumple con las regulaciones internacionales sobre el uso de fósforo blanco, utilizándolo como cortina de humo y no para atacar a civiles. Agregaron que sus procedimientos prohíben el uso de estos proyectiles en áreas densamente pobladas, con algunas excepciones.
El informe de HRW incluye entrevistas con ocho residentes del sur del Líbano y la verificación de imágenes que mostraban proyectiles de fósforo blanco cayendo sobre edificios residenciales en cinco ciudades y pueblos libaneses.
El Ministerio de Salud del Líbano informó que al menos 173 personas necesitaron atención médica después de estar expuestas al fósforo blanco.
Los investigadores encontraron que estos artefactos incendiarios se usaron en zonas residenciales de Kfar Kila, Mays al-Jabal, Boustan, Markaba y Aita al-Shaab, áreas fuertemente afectadas durante los ocho meses de combates.
Organizaciones como Amnistía Internacional también acusaron a Israel de usar fósforo blanco en zonas residenciales en octubre de 2023, poco después de que comenzaran los enfrentamientos en la frontera con Hezbollah y en Gaza.
Ante esta situación, HRW instó al gobierno libanés a permitir que la Corte Penal Internacional investigue y procese los «crímenes internacionales graves» cometidos en el país desde octubre de 2023.
Desde el inicio de los enfrentamientos, más de 400 personas han fallecido en el Líbano, la mayoría combatientes, pero también más de 70 civiles. En Israel, murieron 15 soldados y 10 civiles. Además, decenas de miles de personas han sido desplazadas en ambos lados de la frontera.
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