Hazlo antes de julio para no volver a verlos.
En julio, los meses más cálidos del año, las ratas están mucho más activas y su presencia en el jardín puede aumentar mucho en verano. Esto se debe principalmente a una mayor disponibilidad de alimentos y agua durante este período, así como a la reducción de escondites naturales, lo que también les anima a buscar nuevos refugios, aumentando así su actividad general. Además, las temperaturas más cálidas favorecen su metabolismo y reproducción. ¡Por tanto, en julio es fundamental actuar (y rápidamente) para evitarlas en el jardín!
Las ratas se sienten atraídas por muchos elementos en un jardín. A continuación te detallamos los principales factores que pueden provocar que aparezcan, especialmente en verano: fuentes de comida, como restos de comida, frutas y verduras sin recoger o caídas, croquetas para perros, gatos o alpiste. Los escondites: Montones de madera, hojas muertas y escombros brindan un refugio perfecto, al igual que los cobertizos, cobertizos, garajes y cobertizos sin seguridad. Fuentes de agua, como fuentes, sistemas de rociadores, tuberías con fugas o contenedores de agua estancada. La ausencia de depredadores, como perros y gatos, también puede resultar atractiva para los roedores.
Una vez establecidas en su hogar, las ratas serán extremadamente difíciles de desalojar. De hecho, estos roedores no solo se reproducen a la velocidad de la luz, sino que también conocen muy bien cómo esconderse y evitar la mayoría de las trampas. Por lo tanto, para evitar enfrentarse a una verdadera invasión, solo un consejo: prevención. En julio, cuando las temperaturas aumentan, es importante actuar rápidamente y tomar las precauciones necesarias fuera de ti.
Haz un recorrido por tu jardín y elimina cualquier cosa potencialmente oculta, como montones de madera, hojas u otros escombros, así como podar setos regularmente y arbustos demasiado espesos. Asegúrate de no dejar residuos afuera, como piensos, frutas y verduras, y verifica que el compostador y los contenedores estén bien cerrados con una tapa hermética sin dejar escapar olores. Utiliza alambre de gallinero para proteger tu huerto y cierra con cuidado tus cabañas y cobertizos.
Para redoblar sus esfuerzos y garantizar una protección máxima y eficaz contra estas plagas, no olvides utilizar algunos repelentes caseros efectivos, rápidos y fáciles de preparar. Puedes hacer bolitas de algodón con aceite esencial de menta, aceite de eucalipto, lavanda o vinagre blanco y colocarlas en un lugar estratégico fuera de tu jardín. La pimienta de cayena es irritante para los roedores, al igual que una mezcla de pimentón y clavo.
Hierve ajo en agua y luego rocía esta solución en tu jardín. Planta menta, lavanda o ajenjo alrededor de tu jardín. Su fuerte olor molestará a las ratas (y otras plagas) y las mantendrá alejadas de tu jardín. También puedes mezclar amoníaco con agua y colocar esta mezcla en recipientes abiertos alrededor de las áreas problemáticas. El olor del amoníaco imita el de la orina de los depredadores, lo que puede ahuyentar a las ratas. Recuerda que los repelentes naturales deben aplicarse regularmente, especialmente después de la lluvia.
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