Guardia militar y civil acusada de usar explosivo en entrenamiento.

La audiencia de Valladolid emitió una sentencia en el caso del Ejército y la Guardia Civil, ambos expertos en Tedax, que habían sido acusados de utilizar un explosivo real, especialmente PG2, durante un curso realizado en noviembre de 2014 ofrecido por cuatro miembros de la Armada de Chile. La trama se desarrolló entre Tudela de Duero y Montemayor de Pililla, en la provincia de Valladolid.
A pesar de que la acusación solicitó inicialmente tres años y medio de prisión, finalmente la segunda sección de la Audiencia Provincial acordó absolver a los acusados debido a la falta de evidencia que demostrara que el material utilizado en las prácticas era un explosivo real. La única evidencia presentada por la acusación se basaba en simples fotografías.
La defensa argumentó que las prácticas se llevaron a cabo con material simulado, como plástico, sin representar un riesgo real. Los acusados negaron haber utilizado explosivos reales sin la autorización necesaria. La única prueba existente era un informe fotográfico que mostraba lo que parecía ser una práctica con un artefacto auténtico.
Los testigos expertos en Tedax coincidieron en que el cráter mostrado en las fotografías era consistente con el resultado de una explosión real. Sin embargo, los acusados afirmaron que el material utilizado era simulado y no representaba un peligro de explosión.
Los dos acusados declararon que el curso ofrecido al ejército chileno tenía autorización de la OTAN y que el material utilizado era simulado, compuesto por plastilina y otros elementos seguros. Explicaron que el objetivo de la práctica era trabajar en los protocolos de seguridad y que no representaba ningún riesgo de explosión real.
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