Frenos al turismo activo en Canarias: intrusiones y cierre de espacios naturales
Activa Canarias destacó este lunes, en su balance de fin de año, que el turismo activo se consolida como un «componente esencial» del modelo canario por su capacidad para generar empleo, promover la sostenibilidad y diversificar la oferta, aunque se enfrentan a «obstáculos críticos» como la intrusión, el cierre de espacios naturales sin consenso o alertas recurrentes.
En un comunicado, la asociación señala que existe una «fuerte competencia desleal» por parte de empresas no acreditadas, por lo que, junto con la Policía Canaria, se ha puesto en marcha una estrategia de «mapeo de puntos críticos» y realización de inspecciones.
En segundo lugar, advierte de que el subsector «está abocado a pérdidas económicas importantes» debido al elevado número de declaraciones de alerta climática que impiden las actividades al aire libre.
«Estas restricciones, aunque justificadas por motivos de seguridad, se han incrementado de tal forma que afectan gravemente a la continuidad de las empresas y a la planificación de sus operaciones», apunta.
A su juicio, la falta de regulación y coordinación que prevea excepciones para los profesionales capacitados limita la adaptación de las empresas y la continuación del trabajo en condiciones seguras.
«La situación ha llegado a un punto crítico, con cancelaciones recurrentes que afectan negativamente a la imagen del destino Canarias. En el 80% de los casos, los clientes solicitan la devolución, lo que genera pérdidas importantes de entre 600 y 1.000 euros por cada actividad cancelada», explica.
El tercer gran reto, insisten, es el «cierre repentino» de espacios naturales por parte de las administraciones públicas sin procesos de participación activa con las empresas, como el ejemplo reciente del Parque Nacional del Teide.
Activa Canarias indica que la falta de diálogo y colaboración limita la capacidad del sector para aportar soluciones que equilibren la conservación del medio ambiente con la actividad económica, «lo que deja a los operadores en una situación de incertidumbre».
En este sentido, señala que la administración, «que tardó décadas en desarrollar planes directores de espacios naturales, ahora actúa de repente, impulsada por el miedo, y parece olvidar la existencia de un sector comprometido con la transformación del modelo turístico».
“Este sector tiene un papel estratégico en la construcción de un modelo turístico sostenible para las islas, y su potencial de crecimiento aún está lejos de agotarse. Con el apoyo de políticas inclusivas y la colaboración efectiva entre las partes implicadas, el Turismo Activo y el Ecoturismo en Canarias tiene el potencial de consolidarse como motor de cambio, beneficiando tanto a la economía local como al medio ambiente y a la calidad de vida de los visitantes y vecinos», afirma el presidente de la asociación, José Luis Echevarría.
Este subsector genera alrededor de 3.400 empleos directos, de los cuales el 80% son estables, lo que demuestra la solidez y sostenibilidad del trabajo de estas actividades.
En total hay casi 1.200 empresas dedicadas al Turismo Activo, con un alto nivel de consolidación, ya que el 80% de ellas tienen más de cinco años de antigüedad.
La facturación del sector, por su parte, alcanza los 124 millones de euros anuales, con una media superior a los 130.000 euros por empresa.
Según Echevarría, aún no se ha alcanzado el techo de desarrollo y se espera que siga creciendo en un futuro próximo.
Sin embargo, se estima que el turismo activo genera alrededor de 12.000 empleos directos e indirectos en Canarias, según datos de la Consejería de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias.
Además, con la reforma en curso del Decreto de Turismo Activo se espera una mejora notable en la creación de nuevos puestos de trabajo, ampliando las oportunidades para perfiles especializados.
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