Expertos analizan posibles sanciones contra líderes venezolanos
Las sanciones personales contra 16 jueces, jefes de policía y oficiales militares venezolanos anunciadas por Estados Unidos el jueves marcan el inicio de una «etapa de club» contra miembros del gobierno de Nicolás Maduro, según analistas.
Benjamin Gedan, director del programa latinoamericano del centro de estudios Wilson Center, señala las diferencias entre sanciones económicas, que «no produjeron los resultados esperados» y «contribuyeron a agravar la crisis migratoria», y sanciones individuales, que «evitó el impacto en la población».
«Es poco probable que puedan cambiar el comportamiento de las autoridades, pero al menos proporcionarán cierto grado de justicia a las víctimas del régimen», afirmó. Voz de América.
En su opinión, pueden tener «un efecto disuasorio» para quienes tienen vínculos familiares o económicos con Estados Unidos. «Algunos pueden usar estas sanciones como una insignia de honor, pero para muchos representan ‘muerte civil'», señala.
Pero Gedan señala que el paquete de castigos anunciado, «casi sin precedentes», no oculta que el Gobierno de Maduro está «más consolidado que nunca» tras los controvertidos resultados electorales y la posterior represión.
Las sanciones individuales anunciadas el jueves son «algo sumamente positivo» para los venezolanos y «extremadamente negativo» para los colaboradores de Maduro, según el politólogo argentino Walter Molina Galdi.
Cree que Washington, al imponer sanciones individuales y prohibir el acceso a casi 2.000 funcionarios, está enviando un mensaje al poder político en Caracas sobre las consecuencias de sus acciones electorales y los posibles crímenes contra la humanidad.
«La etapa en la que Lula lideraba los esfuerzos ha terminado y comienza la etapa del palo», dice, en referencia al mes y medio anterior, cuando los presidentes de Brasil, Colombia y México realizaron consultas con Maduro para presentar pruebas de su victoria.
Estados Unidos señala que los «costos de permanencia» del chavismo en el poder están aumentando tras los polémicos resultados anunciados por la autoridad electoral venezolana, diagnostica Molina Galdi. Estas sanciones, cree, forman parte de una «presión fuerte, eficaz y coordinada» de la comunidad internacional sobre la crisis en Venezuela.
María Alexandra Semprún, politóloga y profesora universitaria del país sudamericano, cree que las medidas anunciadas por Estados Unidos «colocan a los funcionarios designados en el foco mundial, calificándolos de ‘criminales’ con graves acusaciones».
Al mismo tiempo, valoran, toman sus decisiones e incluso las negociaciones en las que se mencionan sus nombres «no son válidas».
“Por estar desacreditados, no tienen poder para negociar o concluir acuerdos en nombre de Venezuela. Todo acto firmado por uno de ellos es nulo y legal”, señala.
Piero Trepiccione, también politólogo venezolano, interpreta las sanciones individuales como «jugadas de ajedrez» destinadas a «subir las apuestas» de una negociación entre las partes en conflicto en Venezuela tras la elección presidencial.
Se abre una etapa en la que vuelven a aparecer posiciones encontradas. Hay un relanzamiento de las posiciones de fuerza de ambas partes para llegar a un clímax favorable para llegar a una negociación”, comenta el especialista de VOA.
El hecho de que Estados Unidos no haya sancionado específicamente las operaciones financieras del Estado venezolano refleja el «carácter simbólico» de las medidas para futuros acuerdos, actualmente centradas en funcionarios gubernamentales, concluye Trepiccione.
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