Estoy en Waterloo tras días difíciles.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont indicó que se encontraba en Waterloo (Bélgica) «después de unos días muy difíciles» tras huir este jueves tras volver a pronunciar un discurso en Barcelona antes de la sesión de investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, que finalmente él no participó.
En una entrada en ‘X’ de las 21.05 horas del viernes, recogida por Europa Press, afirmó que «hay que analizar la situación política y poner en perspectiva el porqué profundo de la operación que hizo posible lo ocurrido» el jueves.
En este sentido, destacó que «son miles de kilómetros en muy pocos días y muchos días de tensión difíciles de explicar», por lo que, dijo, confía en que se entenderá que necesita unos cuantos más. horas para descansar y respirar.
Ha señalado que la rueda de prensa de la «inefable» Conselleria d’Interior del viernes fue, según sus palabras, una de las más deplorables que recuerda.
«No puedo creer que la caza de brujas que se ha desatado contra determinadas personas simplemente porque las han visto juntas en determinados momentos, esté siendo llevada a cabo por círculos políticos que se llenan la boca de lucha antirepresiva», afirmó.
Ha equiparado la «ola represiva» del ministro del Interior, Joan Ignasi Elena, y del comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, con el ministro del Interior, Fernando Marlaska, y el ex ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
También negó llevar sombrero de paja, estar en un baúl y vivir en Hamburgo (Alemania), «cosas que se inventa en los atestados policiales».
Destacó una «rebequería» por parte de Elena y Sallent al ver, ante su palabra, que el horrible, incomprensible y a veces delirante dispositivo policial no era comprendido por nadie y sólo servía para molestar a los ciudadanos y malgastar dinero público.
«Ya he dicho que nunca he tenido la voluntad de entregarme voluntariamente ni de facilitar mi detención», subrayó, argumentando que le parece inaceptable, según sus palabras, que esté siendo perseguido por motivos políticos y que no se aplique la Ley de Amnistía.
Puigdemont entiende los motivos por los que el Tribunal Supremo está «obsesionado» con tenerlo en sus manos, literalmente, pero ni el funcionamiento ni la reacción de los comandos políticos y policiales de los Mossos es comprensible ni aceptable, en sus palabras.
Sostuvo que a los Mossosi no se les debe pedir fidelidad a ideas y discursos políticos, «los españoles lo hacen con la Policía y la Guardia Civil».
Se mostró orgulloso del papel de los Mossos en los atentados del 17A en Barcelona y Cambrils, «y todo el mundo sabe que el alcalde Trapero no era precisamente de la derecha política del Gobierno, pero luego actuó con mucha responsabilidad».
«Cuando se decidió organizar una operación ‘Gàbia’ fue porque teníamos que atrapar a unos terroristas que acababan de hacer una masacre en la Rambla. Unos terroristas. Gente que acababa de matar indiscriminadamente. Ni un dirigente político que tenga un arresto». que toda Europa rechazó y no mató a nadie», afirmó.
«¿No te da vergüenza?» preguntó retóricamente y afirmó que la degradación de los presentes en la rueda de prensa del viernes será muy difícil de revertir.
Añadió que el camino hacia su españolización, «principalmente en el sentido de un modelo policial», comenzó con un tripartito y culminará en un gobierno que el mismo tripartito hizo posible, según sus palabras.
Puigdemont finalizó la publicación con, dijo, una consideración final: “Si la ministra Elena y el Departamento del Interior hubieran respetado la ley y me hubieran dado la escolta que me corresponde, habrían sabido en cualquier momento cuál era mi recorrido por Barcelona . fue. y para Cataluña».
En este sentido, destacó que no habría necesitado «la delirante operación de ayer, que formará para siempre parte de su biografía pública. Y no precisamente como mérito».