El Rey respalda proyecto europeo en Italia.
Durante una cena de gala en el Palacio Quinale de Italia, el rey Felipe VI respaldó el Tratado de las Comunidades Europeas firmado en Roma en 1957 como un proyecto de integración «destinado a pasar página de uno de los capítulos más oscuros de la historia, para no olvidarlo». Así lo expresó el monarca en su discurso en la cena de Estado con la presencia de las autoridades de la República en el marco de la visita de Estado que, a partir del martes, realizará a Italia junto a la reina Letizia.
Don Felipe destacó el «sentimiento» de unión entre ambos pueblos que, dijo, va «mucho más allá de intereses comunes, parentesco cultural o vecindad geográfica». «Somos mediterráneos, somos latinos y somos lengua franca; somos mundo clásico y renacentista; somos humanismo; somos vida urbana vibrante, municipalismo, comercio, libertades», afirmó. En este contexto, quiso subrayar que ambos países son, en una palabra, Europa. «Una construcción política que dé a la palabra ciudadanía sus derechos, sus libertades, sus responsabilidades: una dimensión nueva y más amplia», afirmó, subrayando el «sentimiento de hermandad» entre ambas naciones.
En otro momento, el monarca colaboró con la percepción de dos países sobre los grandes desafíos actuales en el mundo y en Europa, a su juicio, «fundamentales tanto para garantizar la estabilidad en el Mediterráneo y el Sahel, como para el desarrollo sostenible del continente africano». Tampoco quiso olvidar el conflicto en Ucrania y en Oriente Medio: «Movemos la voluntad de contribuir a una paz justa para Ucrania, donde el invasor no haga una apuesta contraria a todo derecho. También nos alienta fervientemente el deseo de lograr el silencio sobre las armas en Oriente Medio, el restablecimiento de los canales diplomáticos y el fin del sufrimiento de la población civil.
Asimismo, el monarca aseguró que España e Italia comparten la «prioridad» de favorecer los flujos migratorios, «ordenados y seguros, que podamos garantizar a los inmigrantes la dignidad que corresponde a todo ser humano», afirmó, subrayando la necesidad de reindustrializar el continente y la transición ecológica. Como resorte final del discurso, Felipe VI abogó por trabajar desde la unidad. “Debemos trabajar juntos, aún más si es posible, para que nuestras voces sean escuchadas, altas y claras, en los foros internacionales; somos la caja de resonancia de los valores que, como recordó Rita Levi Montalcini, son el sentido y el sustento de toda la vida humana», añadió.
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