El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, impugnó este lunes a la Asamblea, de mayoría opositora, y decidió publicar una ley destinada a combatir el lavado de dinero, que ya había sido rechazada y archivada por los legisladores hace unos días.
La decisión provocó la respuesta del diputado Jorge Peñafiel, quien publicó en la red social
Noboa, por su parte, afirmó en sus redes sociales que «nunca se presenta en primer debate una ley económica urgente», en referencia a la propuesta rechazada a finales de noviembre.
La ley ecuatoriana establece que si el Ejecutivo presenta una iniciativa urgente, la medida podría entrar en vigor en un plazo de 30 días siempre y cuando la Asamblea no se pronuncie al respecto. En este caso, sin embargo, el legislador falló en contra del proyecto de ley.
El Ministerio de Gobierno indicó en un comunicado que, ante la falta de atención legislativa y el cumplimiento del plazo de 30 días establecido en la Ley Orgánica de la función legislativa, «el ejecutivo actuó con decisión y dentro del marco constitucional, asegurando que esta La ley entra en vigor para proteger a los ciudadanos.»
El abogado y exdiputado Ramiro Aguilar dijo a The Associated Press que «no está en la ley orgánica de la Asamblea que el pleno puede archivar una ley, cualquier ley, en primer debate», pero tampoco hay ley. que dice «que ‘tú puedes hacerlo'».
«El que puede solucionar este problema es el Tribunal Constitucional», añadió, argumentando que «este problema contradictorio está en el limbo de las leyes».
La iniciativa en cuestión establece un aumento del 1% al 5% en el impuesto a la venta de vehículos usados y amplía las capacidades de la Unidad de Análisis Financiero del Ecuador -que está facultada para determinar el monto de las multas por incumplimiento de obligaciones tributarias-. , ejercer acciones coercitivas y solicitar a la autoridad judicial, entre otras cosas, medidas cautelares y congelamiento de fondos en operaciones sospechosas.
Esta ley también prevé que los clubes deportivos o equipos profesionales puedan adoptar la forma jurídica de Sociedades Anónimas, lo que redunda en mayores controles estatales.
La asamblea está dominada por los partidos opositores Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa, y el partido de derecha Social Cristiano.