El juez del caso del atentado mortal de Boo no descarta la posibilidad de homicidio y observa señales de falta de ayuda.
El juez del Juzgado de Instrucción núm. 4 de Santander, que investiga el caso por la muerte de un joven de 21 años en la estación de tren de Boo de Piélagos en febrero pasado, no descarta un homicidio y ve signos de omisión en el deber de socorro.
Esto se indica en un auto notificado el martes a las partes, mediante el cual se inicia un proceso judicial, ya que no se puede excluir que los hechos constituyan homicidio doloso, delito penado con diez a quince años de prisión, cuya persecución corresponde al tribunal.
Además, se encuentran indicios de la comisión de un delito de omisión de asistencia, modalidad que también es competencia del jurado.
Los dos investigados por este caso, de 19 y 20 años y vecinos del municipio donde ocurrieron los hechos, se encuentran en prisión provisional sin derecho a fianza y fueron citados a comparecer el próximo 19 de junio, cuando finalizará la acusación.
Tras el hecho, ocurrido el sábado 3 de febrero de 2024, el juez abrió un procedimiento por homicidio, tras una pelea entre tres personas en el andén de Feve de Boo.
Según el magistrado, fue un «ataque brutal» en el que los investigados propinaron puñetazos y patadas al joven, hasta arrojarlo a las vías del tren, donde falleció.
En la resolución donde decretó prisión preventiva, se mencionó a dos testigos que vieron cómo los implicados arrastraban con fuerza a la víctima, golpeándola en distintas partes del cuerpo.
También se señaló que, si bien en su momento el médico forense no pudo determinar la causa inmediata de la muerte, está claro que fue de etiología violenta, no causada por una circunstancia endógena a la víctima, sino externa.
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