El Govern molesto con Junts por la caída del decreto «ómnibus»

El Govern molesto con Junts por la caída del decreto «ómnibus»

El Govern reconoce su malestar con Junts porque votó en el Pleno del Congreso contra el decreto-ley «ómnibus» que incluía medidas tan dispares como subidas de las pensiones, recortes en el transporte público y ayudas a los afectados por el atraque, todo lo cual disminuirá cuando se derogue la norma. Aunque en público el Ejecutivo criticó al PP, en fuentes privadas del Gobierno expresan su enfado hacia el partido liderado por Carles Puigdemont, cuyo voto en contra fue decisivo para impedir la validación del decreto en el Congreso de los Diputados, al que representa un importante parlamentario. Derrota del Gobierno a principios de 2025.

En los últimos días en Moncloa se habló de «avances» en las conversaciones y se mostraron convencidos de que podrían conseguir el apoyo de Junts, aunque los contactos de los últimos días no fueron suficientes y los independentistas optaron por el «no». Ni el Gobierno ni el PSOE quisieron confirmar si recientemente se había producido una reunión entre partidos en el extranjero -como solicitó Puigdemont- para desbloquear la votación, pero reconocieron contactos y conversaciones que finalmente no desembocaron en un acuerdo.

El malestar con sus socios se debe, según las fuentes consultadas, a que las medidas contenidas en el decreto habían sido «negociadas» previamente, pero aun así decidieron votar en contra. Las fuentes consultadas indican que su malestar se debe a que las medidas contenidas en el decreto fueron casi en su totalidad «negociadas» y consensuadas, pero finalmente decidieron no apoyar al Gobierno. Por tanto, creen que es Junts, al igual que el PP, quien debe explicar su decisión a la ciudadanía. «Cada palo que sostiene su vela», dicen. En los últimos días, el Govern había apuntado en la misma dirección, señalando que las negociaciones llevaban semanas durando debido a la complejidad de los temas y, por tanto, dejó la puerta abierta a que Junts lo aprobara.

El pasado viernes, Puigdemont anunció la «suspensión de las negociaciones» con el PSOE y advirtió de que no se sentaría a negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2025 después de que los socialistas no accedieran a su exigencia de que Pedro Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza. La Moncloa y Ferraz, sin embargo, no interpretaron el gesto de Puigdemont como un portazo definitivo, vieron una intervención modulada en la que no rompió los puentes tendidos con el Gobierno y sometió sus palabras a una cierta «teatralización»; discrepancias entre las dos formaciones. Los socialistas, por su parte, respondieron con moderación, sin entrar en enfrentamientos, convencidos de que la situación podía salvarse. Sin embargo, a pesar de los contactos de última hora, el decreto se ha ido diluyendo, lo que significa que las pensiones no subirán, el precio del transporte público subirá inmediatamente y el resto de medidas bajarán, como las ayudas a los afectados por el atraque o la prohibición de cortar suministros básicos a personas vulnerables.

FUENTE

nuevaprensa.info

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