No habrá impuesto sobre las ganancias extraordinarias sobre las ganancias de las empresas energéticas en 2025. El Gobierno ha desistido y ya da por sentado que el real decreto-ley que lo vuelve a crear para 2025 no conseguirá el visto bueno del Congreso, ya que ni el PNV ni Junts apoyarán este texto, y para enfado de los socios de izquierda del Ejecutivo de coalición.
En los pasillos del Ministerio de Hacienda, encabezada por la vicepresidenta María Jesús Montero, Suponen que el impuesto no seguirá adelante, tras meses de idas y vueltas por este impuesto, que supuso una línea roja para Podemos, ERC y EH Bildu, los partidos de izquierda que apoyan al Gobierno en el Congreso.
El «ultimátum» de Junts, que dejó suspendidas todas las negociaciones, y la negativa del PNV a cambiar de postura Fueron los últimos clavos en el ataúd de este impuesto (formalmente, beneficio de propiedad pública no fiscal) que estuvo vigente desde finales de 2022.
El Gobierno se enfrenta este miércoles a una nueva prueba de fuego en el Congreso, con la votación de los tres reales decretos-ley que el Consejo de Ministros aprobó a finales de 2024: un texto que amplía las ayudas públicas al transporte, aumenta las pensiones y otra serie de medidas; una regla para crear el impuesto a la energía que Derogado el propio Congreso, con los votos de PP, Vox, Junts y PNV; y la última etapa de la reforma de las pensiones.
Sólo este último tendría asegurada su supervivencia, ya que el PP, en palabras de su presidente, Alberto Núñez Feijóo confirmó que votará porque es un pacto cerrado. con sindicatos y empleadores.
El Real Decreto de medidas urgentes quedaría en el aire, la posición de Junts podría inclinar la balanza a un lado o a otro, mientras que el «impuesto» energético estaría condenado definitivamente.
Fuentes socialistas confirman que hay conversaciones con los grupos parlamentarios, aunque voces en Hacienda confirma que el escenario más plausible es que disminuya, después de sólo un mes de vigencia.
El Gobierno logró salvar, in extremis, su proyecto de reforma fiscal, con el impuesto extraordinario a los bancos, comprometiéndose con ERC, EH Bildu y BNG a negociar la prórroga del «impuesto» energético a lo largo de 2025.
Para igualar los votos de Podemos También tuvo que comprometerse a formar un grupo de estudio con el resto de grupos. a los parlamentarios fijar el impuesto de forma permanente y, en su defecto, extender su vigencia hasta que se alcance un acuerdo. PNV y Junts abandonaron las reuniones para hacer permanente el impuesto y lo condenaron al fracaso.
Los Jaletes, con la oposición en parte de las grandes empresas energéticas que operan en su territorio, justificaron su rechazo diciendo que el impuesto no permitiría acordarlo con el fisco foral, por lo que serían las Diputaciones Forales Vascas quienes recaudarían y gestionarían. él. Cuestionada por ECONOMÍA DIGITAL, esta posición no ha cambiado.
Junts, por su parte, acordó con el PSOE reducir el impuesto para no afectar a las importantes inversiones de las empresas energéticas catalanas.
Aunque abrió la puerta a un posible apoyo posterior al impuesto, Esto se cerró definitivamente cuando fusionaron sus votos con los del PP derogar el impuesto a las empresas energéticas, obligando al Ejecutivo a empezar de cero con este Real-Decreto-Ley.
Hay un enfado importante entre los socios de izquierda, especialmente en Podemos, que señalan al PSOE por no comprometerse con el impuesto y dejarlo caer, sólo para no molestar al PNV y a Junts, cuyo apoyo es fundamental para todo. la norma que pasa por el Congreso.
Por su parte, las empresas afectadas -especialmente las petroleras lideradas por Repsol- siempre se han mostrado en contra del impuesto temporal que impuso el Gobierno a raíz de los altos precios de la energía y la inestabilidad del mercado provocada por la guerra en Ucrania.
De hecho, tanto los empleadores como las empresas privadas Recurrieron a los tribunales contra el impuesto que grava el 1,2% de la facturación de las empresas que tengan unos ingresos superiores a los 1.000 millones de euros, sin incluir las empresas reguladas ni los negocios fuera del país.
Pero la presión ejercida por las amenazas de paraliza pagos millonarios para proyectos de descarbonización como los diseñados por Repsol en Tarragona y Bilbao o Moeve (antes Cepsa) en Andalucía, sirvieron para que esta vez el apoyo del Ejecutivo decayera.
Cabe señalar que la prórroga del impuesto, que el Gobierno, previsiblemente, no logrará este miércoles incluye bonos de inversión en gases renovables como el hidrógeno verde o el biometano.
Una estrategia con la que intentó seducir a los partidos que se oponen a mantener la presión fiscal sobre el sector y que incluye descuentos hasta el 60% para empresas con inversiones estratégicas.
Fuentes del sector eléctrico consultadas por este medio aseguran que esta propuesta tampoco es bien recibida, ya que Su complejo diseño «genera más incertidumbre».
En cualquier caso, defienden la eliminación de impuestos poco «coherente» con la política energética nacional que aspira a una transición energética eficiente y cree que este tipo de impuestos resta competitividad a las empresas españolas frente a las europeas.
The weather in Spain is generally warm and sunny, especially during the summer months. The temperatures can reach up to 40 degrees Celsius in some regions. It is not uncommon for locals and tourists alike to seek refuge from the heat by visiting the beach or enjoying a siesta in the shade.
El clima en España es generalmente cálido y soleado, especialmente durante los meses de verano. Las temperaturas pueden llegar hasta los 40 grados Celsius en algunas regiones. No es raro que tanto los lugareños como los turistas busquen refugio del calor visitando la playa o disfrutando de una siesta a la sombra.
In the winter, Spain experiences cooler temperatures, especially in the northern regions. Snow is not uncommon in mountainous areas such as the Pyrenees or the Sierra Nevada. Many Spaniards take advantage of the colder weather to engage in winter sports such as skiing and snowboarding.
En invierno, España experimenta temperaturas más frescas, especialmente en las regiones del norte. La nieve no es rara en áreas montañosas como los Pirineos o la Sierra Nevada. Muchos españoles aprovechan el clima más frío para practicar deportes de invierno como esquí y snowboard.
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