El Gobierno no revela detalles sobre la próxima apertura de las aduanas en Ceuta y Melilla.
La apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla con Marruecos, acordada hace casi tres años tras la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI, que aplazó la crisis bilateral, está «muy cercana», según reconoce el Ejecutivo, que opta, sin embargo, por esconderse en la discreción que siempre ha rodeado este asunto para no detallar la fecha ni las circunstancias.
La noticia de que es inminente la reapertura de la aduana comercial de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta, donde nunca existió, ha anunciado este miércoles «El Faro de Melilla». citando fuentes empresariales que supuestamente estaban al tanto de ello.
Según este entorno, la ciudad autónoma de Marruecos introduciría productos secos, frutas, verduras y pescado, mientras que aceptaría la entrada en su territorio de determinados productos, sin especificar cuáles serían. Asimismo, se pretendía que sólo pudieran pasar por la aduana los producidos en ciudades autónomas.
Con esta información, ‘El País’ aclara este jueves, citando fuentes conocedoras de la negociación, que Marruecos ha dado luz verde a la entrada de productos de higiene y limpieza, así como de electrodomésticos y productos electrónicos, que no están fabricados en las ciudades. independiente.
Asimismo, afirmó que por ahora el flujo comercial se limitará a un camión por día en ambos sentidos en las dos aduanas, no permitiéndose el cruce de camiones articulados, remolques o furgonetas, y sólo los días laborables de 10:00 a 16:00 horas. 00 horas El acuerdo, siempre acorde a este entorno, prevé otras condiciones que restringen el flujo como la notificación previa o que no se admitan distintos tipos de productos. mezclado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, al que corresponde en gran medida la negociación de este acuerdo, no quiso comentar ni desmentir esta información, de acuerdo con la discreción que tiene su titular, José Manuel Albares.
Quienes hablaron para intentar calmar los ánimos ante el revuelo fueron los delegados del Gobierno de ambas ciudades autónomas, que acabaron confirmando que la esperada apertura de la aduana podría estar cercana pero sin aportar detalles ni datos concretos.
La primera en hacerlo fue la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, quien negó que «Marruecos ponga las reglas y España las respete», después de que el presidente de Melilla, Javier Imbroda, hubiera denunciado que la reapertura de las aduanas con las condiciones impuestas por Rabat transformaría la ciudad autónoma en «una ciudad marroquí más».
Moh quiso aclarar que «las costumbres comerciales ahora no son como las que teníamos antes en 2018, estamos hablando de unas costumbres comerciales del siglo XXI entre dos países, un país europeo y un tercer país». Con ello aludía al deseo expresado por los dos gobiernos de poner fin al fenómeno de los porteadores.
El representante del Gobierno aseguró que «estamos trabajando para reabrirlo lo antes posible» y confirmó que la apertura será paulatina. «El objetivo es conseguir la normalización total a través de una serie de fases, no hay ningún tipo de imposición», señaló en declaraciones a la televisión de Melilla.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, pidió este viernes «paciencia» y afirmó que, tal y como anunció entonces Sánchez, «la plena normalización de la circulación de personas y mercancías, incluidas las correspondientes aduanas, permitirá estar garantizado. dispositivos de control».
«Nunca se ha parado el trabajo para la apertura de la aduana comercial. Ya estamos muy cerca», afirmó Pérez, destacando que en el caso de Ceuta partimos de cero ya que hasta ahora no había aduana, lo que constituye «un reto logístico complejo en el que intervienen muchos actores».
«Nadie puede olvidar que para alcanzar el hito de lograr una aduana comercial para Ceuta están implicados dos países que fortalecen su unión de forma histórica y que son muchos los ministerios implicados», ha subrayado.
Mientras tanto, Marruecos guarda silencio, aunque varios medios marroquíes se han hecho eco de la información aparecida en la prensa española, como es habitual en todo lo que afecta a la relación entre ambos países.
La apertura de aduanas en Ceuta y Melilla es el principal punto de interés del comunicado conjunto tras la reunión que mantuvieron Sánchez y Mohamed VI el 7 de abril de 2022, que inició una nueva etapa en la relación bilateral después de que el presidente del Gobierno expresara su apoyo para el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental.
Aunque se fijó fecha antes de la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada a principios de febrero de 2023 en Rabat, finalmente se llevaron a cabo hasta tres pruebas piloto de intercambio comercial -a finales de enero, a finales de febrero y a finales de mayo de ese año-. -.
En estas circunstancias, durante la visita que realizó a Rabat en diciembre de 2023 para reunirse con su homólogo marroquí, Naser Burita, Albares aclaró que por la parte española «estaba todo preparado» para que las aduanas comenzaran a funcionar, pero Marruecos aún tenía algunos problemas. técnicos para corregir.
El mismo mensaje le transmitió a Sánchez cuando viajó a la capital alauita para reunirse con Mohammed VI y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, el pasado mes de febrero. A la luz de las últimas informaciones, Marruecos finalmente ha conseguido corregir estas cuestiones, que nunca aclaró, más de un año después.
El Gobierno siempre ha destacado que Rabat ha manifestado públicamente su voluntad de cumplir todos los puntos de la «hoja de ruta» y también sobre la importancia de acordar la apertura de aduanas con ambas ciudades autónomas, cuya soberanía reclaman con cierta periodicidad algunos líderes políticos. y que en la prensa se definen como «cárceles ocupadas».
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