El Gobierno aprueba la nueva Ley de Industria y Autonomía Estratégica tras 32 años
El Gobierno aprobó el martes la Nueva Ley de Industria Estratégica y Autonomía, con la esperanza de que sea un «cambio de paradigma» después de 32 años desde la aprobación de la actual legislación sectorial en 1992. La portavoz de la ministra, Pilar Alegría, confirmó esta noticia en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, resaltando la capacidad de España para atraer inversiones. Alegría mencionó que, después de mucho debate y diálogo, se logró lanzar esta nueva ley de industria para el país. El proyecto de ley fue presentado el martes y ahora iniciará su proceso en el Congreso de los Diputados para su aprobación.
Por otro lado, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, destacó que el objetivo de esta nueva legislación es la reindustrialización y la consolidación de la autonomía estratégica de España, haciendo hincapié en la colaboración entre entidades públicas y privadas. Hereu afirmó que la reindustrialización en Europa es una necesidad y una gran oportunidad para España, por lo que la política industrial activa ha vuelto a ocupar un lugar destacado en la agenda política y pública. Entre las novedades de la ley se encuentra la obligación para las empresas de comunicar al Gobierno con nueve meses de antelación cualquier intención de deslocalizar sus unidades industriales en el país.
Además, la ley establece que las empresas que reciban subvenciones y reduzcan su producción en más de un 65% o su plantilla en 500 personas o más deberán devolver dichas ayudas. El Gobierno busca garantizar las inversiones realizadas en España con estas medidas. Hereu afirmó que la nueva legislación no solo actualiza la normativa existente, sino que representa un cambio significativo para la industria española, aportando modernización, certidumbre y eficiencia. Se buscará el máximo consenso con los grupos políticos para desarrollar una política de reindustrialización en España.
La nueva ley consolida la participación de la industria española en el mercado interior europeo, garantizando la libertad de establecimiento de las empresas industriales y la libre circulación de productos industriales. Además, incorpora objetivos alineados con la estrategia industrial europea, promoviendo la autonomía estratégica, resiliencia, protección de la industria, talento y cultura industrial, entre otros aspectos. La transformación digital y la transición hacia una industria con cero emisiones netas para 2050 son también aspectos destacados en la legislación.
La ley también establece medidas de apoyo para la industria consumidora de energía, facilitando su descarbonización y transición energética. Se institucionalizará una figura similar a los proyectos estratégicos de recuperación y transformación económica (Perte) más allá de los fondos Next Generation, con el objetivo de promover los ecosistemas industriales en España y financiar proyectos específicos. La creación de la Reserva Estratégica de Capacidades Nacionales de Producción Industrial (Recapi) también se contempla como una medida para garantizar la autonomía estratégica y evitar deslocalizaciones.
Finalmente, se detalla el régimen de infracciones y sanciones, con plazos de prescripción de las infracciones y cuantías de multas establecidas. Este proyecto de ley reemplaza a la Ley de Industria de 1992 en un contexto diferente, con nuevos desafíos y oportunidades para la industria española en un entorno globalizado y competitivo.
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