El final de la temporada estival en nuestro país se produce en dos etapas, si hablamos del mercado laboral: el primer golpe se produce a finales de agosto, y el segundo, con finales de septiembre y la llegada del otoño. Y es en este momento cuando se destruyen gran parte de los puestos de trabajo relacionados con estas etapas estacionales: en sólo un mes han desaparecido más de 170.000 puestos de trabajo temporales.
En septiembre finalizaron 103.318 puestos de trabajo temporales a tiempo completo, lo que dejó el número de trabajadores permanentes en 1,5 millones, mientras que 70.000 puestos de trabajo a tiempo parcial finalizaron, con lo que el total ascendió a 608.180. Es decir, en las cuatro semanas de septiembre decenas de miles se evaporaron en los sectores más relacionados con el turismo.
Por ejemplo, el comercio: agosto cerró con 94.242 trabajadores temporales a tiempo completo en promedio, mientras que en septiembre esta cifra se redujo a 79.940. Eso significa más de 14.000 puestos de trabajo. Los efectos sobre los trabajadores a tiempo parcial fueron aún mayores: de 101.898 trabajadores temporales a tiempo parcial en agosto, el comercio cayó a 79.814 en septiembre. 22.000 puestos a la vez.
La hostelería es otro sector donde los trabajadores temporales han disminuido con el final del verano. En total, entre los trabajadores temporales a tiempo completo y a tiempo parcial, disminuyeron en casi 30.000: de 151.423 en agosto a 122.039 en promedio en septiembre.
También en la rama de actividades de salud y servicios sociales se redujo la presencia de trabajadores temporales: de 667.745 a 639.470 trabajadores en un mes. Con 22.275 posibles menos.
Esta volatilidad del trabajo temporal en septiembre no ha cambiado casi tres años después de que entrara en vigor la reforma laboral de Yolanda Díaz. Si miramos los años previos a la pandemia, las cifras son similares, aunque entonces había menos de 20 millones de empleados. Por ejemplo, en 2017 el trabajo temporal se redujo en 125.000 personas; en 2018, 185.000; y en 2019, último año comparable, fueron 195.000.
La gran novedad de la reforma del Gobierno de coalición fue el establecimiento por defecto de la relación laboral por tiempo indefinido, eliminando los contratos de trabajo y servicios y limitando las causas y condiciones de la temporalidad.
En cambio, para los sectores que debían afrontar picos de actividad en determinados períodos o situaciones, se propuso reforzar la figura del contrato fijo discontinuo: relaciones laborales estables que se activan y desactivan según las necesidades de producción.
En septiembre se reactivaron 113.487 trabajadores con contrato indefinido discontinuo, hasta un total de 962.766 empleados con esta figura contractual.
El Gobierno asegura que ya se ha completado el paso del empleo temporal al empleo permanente discontinuo, basándose en que en los últimos meses hay menos empleados fijos discontinuos que hace un año. Por ejemplo, en septiembre se despidieron 14.839 empleados fijos menos que en el mismo mes de 2023.
Hay varios sectores donde esta cifra es clave. El primero es Educación, protagonista en septiembre por la vuelta al cole: prácticamente 57.000 empleos fijos suspendidos se reactivaron en el sector, hasta 74.332. La presencia de empleados fijos intermitentes también aumentó en la hostelería (7.000), en la rama de transporte y almacenamiento (7.000) y en las actividades sanitarias (también 7.000). Su comercio ha disminuido (8.000 miembros menos).
Respecto a estos sectores más estacionales, en particular la hostelería, Funcas advierte en su análisis de los datos de afiliación y paro: “El descenso de afiliación fue significativamente más moderado de lo habitual en los años prepandemia, como ya se ha observado en los meses de septiembre 2023 y 2022. Esto, unido al hecho, comentado en notas anteriores, de que el incremento del número de afiliados en los meses de primavera ha sido superior en los últimos años a su media histórica, parece apoyar la idea de que ha habido una cambio en el comportamiento estacional de este sector».
Lo cierto es que en septiembre se produjo un enfriamiento del mercado laboral, aunque la afiliación ronda los 21,2 millones de trabajadores. En el Ministerio de Trabajo que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz se ultima la creación de un comité de expertos que evaluará los efectos de la reforma laboral y si es necesario endurecerla. La temporalidad, que sigue siendo un fenómeno (aunque con menos fuerza), será clave.
1. Mi familia y yo fuimos de vacaciones a la playa el verano pasado. Disfrutamos del sol, la arena y el mar durante una semana entera.
2. Todos los días nos levantábamos temprano para aprovechar al máximo nuestro tiempo en la playa. Jugábamos voleibol, nadábamos y tomábamos el sol.
3. Por las noches, íbamos a restaurantes locales para probar la deliciosa comida de la región. Nos encantaba la gastronomía costera y probamos platos típicos de mariscos.
4. Durante nuestra estancia, también visitamos algunos lugares turísticos cercanos, como un faro histórico y un mercado de artesanías. Aprendimos mucho sobre la cultura local.
5. Fue un viaje inolvidable que nos permitió relajarnos, divertirnos y crear recuerdos juntos como familia. Esperamos poder volver a la playa el próximo verano.
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