MELILLA, 5 de junio. (PRENSA EUROPA) –
La delegada del Gobierno en Melilla y secretaria general del PSOE en Melilla, Sabrina Moh Abdelkader, solicitó este miércoles declarar «persona non grata» al presidente de Vox Santiago Abascal por sus declaraciones contra los musulmanes, que calificó de racistas.
Sabrina Moh explicó que el Grupo Parlamentario Socialista de la formación que lidera presentó una moción en la Asamblea de Melilla para declarar al presidente de Vox, Santiago Abascal, «persona non grata» en Melilla por sus declaraciones racistas contra los musulmanes, según el político nacional. Exigió «más muros y menos moriscos» este domingo en un mitin en Murcia.
Como explicó el secretario general de los Socialistas de Melilla, el objetivo del PSOE es que los representantes en la Asamblea de Todos los Ciudadanos condenen estas palabras que suponen un grave insulto «no sólo a la mitad de la población de Melilla, sino a todos los melillones que Estamos en contra de estos insultos racistas.
En palabras del líder socialista, el discurso de la formación ultraderechista «lleno de prejuicios, bromas y mentiras» lleva años, pero «se ha exacerbado descaradamente en los últimos tiempos, convirtiendo a personas que vienen de otros países». . , de otras etnias, que tienen otras culturas o profesan otras religiones, como enemigos a vencer y responsables de todos los males que, según ellos, aquejan a nuestro país y a Europa».
Su método, añadió, es siempre el mismo: generar un engaño deliberado, presentar una mentira como real y acusar a un grupo, con el único fin de generar odio. «El discurso de Vox es incendiario y peligroso porque ataca directamente la realidad europea diversa e intercultural», advirtió Moh, quien recordó que Melilla «es un valioso ejemplo de convivencia e interculturalidad».
«Esta es una ciudad abierta donde, a lo largo de los siglos, se han asentado personas de diversas culturas y procedencias», subrayó el dirigente socialista, quien apuntó que hoy «cristianos, musulmanes, judíos, hindúes, gitanos, chinos… construyen día a día día. El día nace un proyecto común llamado Melilla, basado en el conocimiento, el respeto, el consenso y el reconocimiento mutuo de las inestimables aportaciones que cada una de las comunidades aporta a nuestro patrimonio común, haciendo de una ciudad y una cultura únicas, un ejemplo para el resto del mundo».
En este punto, Sabrina Moh ha señalado que «las alusiones racistas y burdas de Santiago Abascal a la comunidad musulmana española, que incita a la estigmatización de una parte de la población por nuestro origen y nuestras creencias y vincula a las personas que practican el Islam con la delincuencia en general y , en particular, ciertamente para las mujeres, son absolutamente intolerables.
«Calificaciones racistas y ofensivas que son inaceptables en cualquier lugar del mundo, pero más aún en una ciudad como la nuestra, donde la mitad de la población es musulmana y donde, como el resto de habitantes de Melilla, independientemente de su origen cultural o fe, vivimos juntos en paz y respeto mutuo», dijo claramente.
Por todo ello, Moh ha pedido a los diputados de todas las formaciones políticas de la Asamblea que condenen estas palabras y apoyen la propuesta de declarar a Santiago Abascal persona «non grata».
«Esto no tiene que ver con diferencias políticas o diferencias ideológicas, estamos hablando de una línea roja que no se puede cruzar porque va en contra de los valores más elementales y básicos de nuestra Constitución, la democracia y la propia convivencia, así que no nosotros. «Entenderíamos que nadie se abstuviera de apoyar esta iniciativa», razonó.
En palabras del secretario general del PSOE local, la extrema derecha ha normalizado «un lenguaje exclusivista, difamatorio y violento que deshumaniza a quienes considera ‘diferentes’, acusándoles de no compartir las esencias españolas, de las que sólo ellos son garantes». y el desvanecimiento de la identidad europea hacia una etapa de intransigencia que no podemos permitir porque pone en peligro la convivencia.
«Los demócratas debemos fortalecernos y unirnos para eliminar estos mensajes de nuestros discursos políticos con el fin de preservar los valores democráticos de España y Europa, la igualdad de todos los ciudadanos, la libertad de creencias o ideologías, la tolerancia y el respeto a la diversidad que garantizan nuestra convivencia. , cumpliendo en definitiva con el mandato de nuestra Carta Magna», concluyó.