El consumo moderado no prolonga la vida.
La popular creencia de que una copa de vino al día es buena para la salud se basa en investigaciones científicas erróneas, según un nuevo informe publicado en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs. Según el investigador principal Tim Stockwell, científico del Instituto Canadiense para la Investigación del Uso de Sustancias de la Universidad de Victoria, los estudios que vinculan el consumo moderado de alcohol con beneficios para la salud tienen fallas de diseño fundamentales.
A lo largo de los años, muchos estudios han sugerido que los bebedores moderados disfrutan de una vida más larga y tienen menores riesgos de sufrir enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas que los abstemios. Sin embargo, no todos los estudios han mostrado un panorama tan optimista. El principal problema es que estos estudios se centraron en adultos mayores y no tuvieron en cuenta los hábitos de bebida a lo largo de la vida de las personas.
Para este nuevo análisis, Stockwell y sus colegas identificaron 107 estudios publicados que seguían a personas a lo largo del tiempo y observaban la relación entre los hábitos de bebida y la longevidad. Encontraron que los bebedores ligeros o moderados tenían un riesgo 14% menor de morir durante el período del estudio en comparación con los que no bebían. Sin embargo, al profundizar más, descubrieron que en estudios de «alta calidad» el consumo moderado de alcohol no se asociaba con una vida más larga.
Stockwell señala que la idea de que beber con moderación conduce a una vida más larga y saludable se remonta a varias décadas, pero en realidad el consumo moderado de alcohol probablemente no prolonga la vida de las personas y plantea riesgos potenciales para la salud, como un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer. Ninguna organización sanitaria importante ha establecido un nivel de consumo de alcohol libre de riesgos, ya que no existe ningún nivel de consumo de alcohol completamente «seguro».
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