El consentimiento es fundamental para prevenir el abuso en relaciones sexuales según jóvenes en Navarra

Las relaciones emocionales y sexuales son fundamentales en el desarrollo de los jóvenes, y es crucial identificar los desafíos presentes en este ámbito para prevenir abusos o agresiones. Con este propósito, el Instituto de la Juventud de Navarra ha llevado a cabo el estudio «Relaciones Juveniles y Afectivas-Sexuales», que revela que el 96.1% de los jóvenes navarros considera que el consentimiento es esencial para prevenir abusos y violencia en el ámbito de las relaciones emocionales y sexuales, entre otras conclusiones.
El estudio, que constituye un análisis detallado de las experiencias de los jóvenes en el terreno de las relaciones emocionales y sexuales, y que ha contado con la colaboración del Instituto Navarro para la Igualdad, el Departamento de Educación y el Instituto de Salud Pública y Trabajo, tiene como objetivo «generar conocimiento que sirva de base para la implementación de intervenciones educativas y el diseño de políticas públicas».
En la presentación de las conclusiones, el lunes, participaron la tercera vicepresidenta y Ministra de Vivienda, Políticas Juveniles y Migratorias del Gobierno Regional, Begoña Alfaro, y el Director del Instituto de la Juventud de Navarra, Txema Burgaleta.
Alfaro destacó que «escuchó y analizó las demandas de los jóvenes en este tema» y señaló que es necesario «actuar y seguir en la línea que ya ha dado resultados, porque va en la dirección correcta». «Estamos en un panorama algo halagüeño, con detractores de lo que considero la construcción de una sociedad saludable, respetuosa e igualitaria; detractores que se encuentran en nuestras instituciones, cuyos discursos se replican en los diferentes medios y que no benefician a nadie».
Los objetivos específicos en los que se trabajó para esta investigación incluyeron educación sexual afectiva, etapa de la pubertad, experiencia en temas afectivos, métodos para prevenir infecciones de transmisión sexual y anticonceptivos, abuso y violación sexual, cultura del consentimiento y pornografía, y relaciones emocionales. Se realizaron 602 entrevistas a jóvenes entre 16 y 30 años, siendo el 51.2% hombres y el 48.8% mujeres.
Una de las principales conclusiones del estudio es que el nivel de conocimiento sobre la cultura del consentimiento es alto, con un 91.4% que afirma «saber perfectamente» qué es el consentimiento en relaciones íntimas, y un 96.1% que está «totalmente de acuerdo» en comprender y respetar el consentimiento sexual para prevenir abusos. Además, el 91.5% de los encuestados cree que el consentimiento puede variar en cualquier momento durante una relación sexual y solo el 5.5% piensa que no es necesario otorgar el consentimiento explícitamente en cada encuentro íntimo.
El 82% de los jóvenes navarros afirma que la educación sobre el consentimiento para prevenir abusos y violaciones tiene un gran impacto, mientras que solo el 5% piensa que no lo tiene. Al analizar esta información por edades, se observa que los menores de 20 años son un poco más escépticos en cuanto a la influencia de esta educación, un escepticismo que disminuye con la edad. Además, las mujeres tienden a mostrar un escepticismo ligeramente mayor, aunque la diferencia con los hombres no es significativa.
Otro aspecto clave del estudio es el análisis de la exposición al contenido pornográfico y cómo impacta en las relaciones. La mayoría de los jóvenes (65%) considera que la representación de las mujeres en la pornografía es vejatoria, aunque solo un 36.7% cree que debería promoverse un tipo de pornografía que fomente una representación más equitativa y ética. El 22.4% de los encuestados no está de acuerdo con esta propuesta.
Además, se observa que cuatro de cada diez personas consumen contenido pornográfico con una frecuencia mensual: el 22.4% lo ve al menos una vez a la semana y el 17.3% lo ha visto al menos una vez al mes. La mayoría, un 42.9%, rara vez lo visualiza o menos de una vez al mes, mientras que el 16% afirma que nunca consume contenido pornográfico. Finalmente, existen diferencias significativas según el género: el 90.4% de las mujeres afirma que rara vez o nunca ven este tipo de contenido, en comparación con el 45.2% de los hombres.
En cuanto a su influencia, el 47.1% de los jóvenes señala que la pornografía puede influir en las expectativas sobre cómo debe ser una pareja sexual, y el 41% piensa que puede afectar la autoestima y la confianza en las relaciones sexuales. Por otro lado, el 31.8% sostiene firmemente que la pornografía afecta la salud emocional de quienes la consumen y el 24.2% admite cierto grado de influencia en sus comportamientos y expectativas sexuales.
Por tanto, se destaca que «el estudio muestra la normalización del consumo de contenido pornográfico entre los jóvenes y la necesidad de abordar sus implicaciones desde un enfoque educativo y preventivo». Como enfatizó Burgalet, «es crucial promover la alfabetización mediática que permita a los jóvenes desarrollar una visión crítica frente a representaciones poco realistas y desiguales de la pornografía, promoviendo relaciones emocionales y sexuales basadas en el respeto, la igualdad y el consentimiento».
En relación con la educación sexual, aunque el 92.3% de los jóvenes navarros afirman haber recibido algún tipo de educación sexual, la formación impartida en los centros educativos es valorada con una media de 5.8, con críticas tanto por insuficiencia como por contenido incompleto, especialmente entre las mujeres. Se destaca que la educación sexual emocional se valora más en el ámbito familiar, y se depende más de la familia, amigos u internet para obtener información.
Los datos muestran cómo el abuso sexual y la violencia, en diversas formas, son un problema extendido con diferencias según la edad y el género. La incidencia es mayor entre los jóvenes de 21 a 25 años, siendo un 61.1% de los encuestados quienes reportan haber vivido situaciones de abuso sexual o violencia. Esta situación puede atribuirse a una mayor exposición a entornos de riesgo, como espacios de ocio nocturno (56.3% de los encuestados han sufrido abuso o violencia en estos sitios) y eventos sociales (57.8%), mencionados como escenarios frecuentes de estos hechos. En total, el 54.4% de los jóvenes en Navarra afirman haber experimentado algún tipo de abuso o violencia sexual en sus vidas.
Desde una perspectiva de género, las mujeres son las más afectadas por todas las formas de abuso sexual y violencia analizadas, con un 70.4% de las encuestadas afirmando haber sido víctimas. Destacan como principales víctimas de comentarios sexuales no deseados, toques no consentidos y otros comportamientos violentos. Por el contrario, los hombres reportan tasas significativamente más bajas en todas las situaciones evaluadas.
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