El calentamiento del Mediterráneo y la DANA.
El aumento de las temperaturas en el mar Mediterráneo atrae más especies invasoras y eventos climáticos extremos como DANA. Los expertos piden implementar medidas preventivas para evitar el calentamiento global.
«Prevención» es probablemente una de las palabras más repetidas en las últimas semanas por los efectos de DANA, que dejó más de 200 muertos y una factura millonaria en daños, especialmente en la provincia de Valencia.
Una de las medidas clave para esto, según los expertos, es tomar la temperatura del mar para conocer su evolución. En el mar Mediterráneo, el mercurio no ha dejado de subir y sigue marcando temperaturas récord: el promedio del último verano fue casi 28,5º y se registró el periodo más largo con este calor en el agua.
«Hemos visto y observado desde 1982 que la temperatura aumenta constantemente. Estaríamos hablando de 0,4 grados cada década», explica el investigador y físico oceanográfico del Instituto de Ciencias Naturales de Barcelona, Emilio García.
Este calentamiento progresivo no solo atrae a más especies invasoras, sino que también «afecta directamente» a la temperatura superficial y por tanto la formación de depresiones aisladas en niveles altos conocido como DANA. «(La temperatura del mar) también es un indicador de lo que sucede debajo de la superficie. De hecho, es importante conocer la temperatura de la superficie, es una variable que utilizan los meteorólogos para hacer sus predicciones», añadió.
Fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes debido al cambio climático
En España, con la ayuda de satélites, el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona es una de las instituciones que vigila de cerca la temperatura del mar Mediterráneo. «Estos factores juntos (la presencia de un DANA, la alta temperatura del mar, junto con el flujo procedente del levante) son las causas que han provocado precipitaciones tan intensas y abundantes», afirma el delegado de Aemet Catalunya, Ramón Pasqual.
También advierte que si bien son fenómenos recurrentes, puede repetirse con más frecuencia debido al calentamiento global. «La zona del Mediterráneo es propicia para este tipo de fenómenos. Los estudios sobre cambio climático establecen que este tipo de fenómenos son más frecuentes y más extremos», añade. Por ello es importante, asegura, adaptarse a esta nueva realidad y aplicar medidas preventivas para evitar que las temperaturas globales sigan «fugándose».