Dos frutas inusuales para plantar antes del Año Nuevo: ¡el secreto para un pequeño huerto próspero!
Si deseas darle nueva vida a tu pequeño huerto para dar la bienvenida al nuevo año, explorar frutas inusuales podría ser la respuesta. Imagínate, en un frío día de invierno, disfrutar de las delicias que han producido tus propios árboles. La jardinería tiene el poder mágico de sorprendernos y, a veces, las elecciones más inesperadas resultan ser las más fructíferas, literal y figuradamente.
Descubre estas frutas olvidadas que destacan
Empezar a cultivar frutas menos conocidas puede enriquecer tu huerto con nuevos sabores y alegres descubrimientos. Aquí hay dos candidatos sorprendentes a considerar: el kiwi siberiano y el yacón.
Kiwi siberiano: una fruta resistente y sabrosa
El kiwi siberiano, también conocido como espino amarillo, es a la vez robusto y delicioso. Originario de regiones frías, está perfectamente adaptado al clima desfavorable y puede tolerar temperaturas de hasta -35°C. Cultivar este resistente kiwi es como jugar una carta de triunfo en tu huerto urbano, beneficiándote tanto de la estética de una enredadera como de la promesa de una fruta jugosa.
Una sabrosa anécdota sobre esta fruta: durante mi reciente viaje a Kiev, descubrí que el kiwi siberiano se suele utilizar para preparar zumos vitamínicos para el desayuno. ¡Es excelente para obtener energía!
Yacón: el tubérculo dulce que sorprende
El yacón, de la familia Asteraceae, es un tubérculo que a menudo se compara con el rábano picante o la alcachofa de Jerusalén. Cultivado principalmente en los Andes, es apreciado por su sabor dulce a nuez. Menos conocido que sus primos, encuentra sin embargo su lugar en los huertos innovadores en busca de nuevos horizontes. Este tubérculo no solo es sabroso, sino también beneficioso para la salud por su bajo contenido calórico y su bajo índice glucémico.
Una encuesta reciente reveló que solo el 5% de los jardineros en Francia conocen el yacón, pero quienes lo han probado están dispuestos a adoptarlo de forma sostenible. ¡Imagínate morder un tubérculo dulce más suave que una papa!