Desmintiendo falsedades sobre la playa

Desmintiendo falsedades sobre la playa

Desmontando los mitos del bronceado veraniego: no existe un bronceado saludable y la exposición al sol sin protección envejece la piel y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.

Desde principios del siglo pasado, tener la piel bronceada ha sido considerado sinónimo de belleza en muchas culturas. Sin embargo, según Isabel Echavarría, oncóloga del Hospital Universitario Gregorio Marañón, el bronceado en realidad es un signo de daño solar acumulado y de mayor riesgo de cáncer de piel.

A pesar de lo que se pueda ver en las redes sociales, la exposición al sol está estrechamente relacionada con el desarrollo de cánceres de piel, incluido el melanoma. De hecho, los cánceres de piel son los más comunes en todo el mundo, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).

La piel no se «acostumbra» al sol, como se suele creer. La exposición sin protección solo provoca daños y envejecimiento prematuro, aumentando el riesgo de cáncer en el futuro. La luz ultravioleta del sol daña el ADN de los melanocitos, lo que puede llevar al desarrollo de melanoma.

No hay alternativa al uso de protector solar. Aunque los betacarotenos presentes en algunos alimentos pueden tener un efecto antioxidante, no sustituyen la protección que brindan los protectores solares. Se recomienda un factor de protección alto y aplicar el protector con frecuencia para evitar quemaduras y daños en la piel.

Usar protector solar no significa exponerse más al sol. La «paradoja del protector solar» indica que el uso excesivo de cremas puede llevar a una mayor exposición, creando una falsa sensación de seguridad. Es importante revisar la piel después del verano para detectar posibles daños y acudir al dermatólogo en caso necesario.

FUENTE

nuevaprensa.info

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