Desmantelan red criminal que explotaba a extranjeros y defraudaba miles de euros.
La Policía Nacional ha desmantelado un grupo criminal que durante cinco años explotó a trabajadores extranjeros irregulares en el campo de la provincia de Valladolid, durante los cuales creó hasta nueve empresas para defraudar a la Seguridad Social, lo que derivó en el descubrimiento de cuentas. Cuotas que superen los 155.000 euros.
En esta operación, bautizada como ‘Pupi’, fueron detenidos cinco integrantes de la red que se dedicaban a la intermediación agrícola, es decir, proporcionar mano de obra a los agricultores para que trabajaran en el campo para realizar tareas como la recolección de la patata cosechada o el corte en seco, entre otras actividades.
En concreto, los trabajadores eran seleccionados y dados de alta en la Seguridad Social por la empresa intermediaria, que al finalizar los servicios emitía una factura al agricultor, su cliente, si bien no estaban cubiertas las obligaciones de cuota para tener asalariados.
Cuando empezó a recibir exigencias de pago o tuvo que celebrar nuevos contratos con clientes que exigían un certificado de estar al corriente de pago de la seguridad social, entró en juego otro miembro del grupo y se creó una nueva empresa con el nombre de its, con idénticas actividad, mismos trabajadores y clientes.
Al ser una empresa de nueva creación, estaba «limpia» de deudas con la Seguridad Social, por lo que disponía de un certificado de estar al corriente de pagos para presentar a sus clientes, según informa la Policía Nacional en un comunicado recogido por Europa. Prensador.
Así, continuaron los contratos con los trabajadores y la facturación con los clientes, por lo que la deuda con la Seguridad Social aumentó al no cubrirse las cuotas fijadas para los contratos.
La red criminal operó de esta manera durante más de cinco años, durante los cuales todos fueron empresas unipersonales, de modo que junto a sus propios nombres también había una deuda impaga con la Seguridad Social.
Además de este fraude a la Seguridad Social, el régimen empleaba a trabajadores sin autorización de residencia y trabajo en España y recurría a imponer condiciones laborales abusivas consistentes en jornadas laborales de lunes a domingo sin descansos ni festivos.
En concreto, estas jornadas empezaban a las 6.00 horas sin hora de finalización, aunque habitualmente eran de diez a doce horas diarias y por un salario de cinco euros la hora que nunca cobraban íntegramente.
Además, a estas personas en situación irregular se les proporcionó una vivienda insalubre, el garaje de la casa donde vivían otros trabajadores, una habitación que compartían cinco personas y que sólo contaba con colchones en el suelo para dormir y una bombona de gas para calentar alimentos, sin baño para limpieza.
El grupo criminal operaba principalmente en la provincia de Valladolid, y el descubierto de cotizaciones a la Seguridad Social del grupo de empresas ascendía a más de 155.000 euros, además de otras cantidades adeudadas en concepto de deudas generadas por los propietarios de las empresas en régimen especial para sí mismo. – Trabajadores ocupados.
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