Los agentes montaron un dispositivo de vigilancia tras recibir quejas de vecinos y comerciantes por ruidos y olores constantes, así como por la gran afluencia de gente que acudía al lugar.
El desarrollo permitió comprobar que la asociación retomó su actividad ilícita como punto de venta de sustancias estupefacientes destinadas al consumidor final.
Los responsables de este punto tenían control de los alrededores con sistemas de cámaras de videovigilancia. También se pudo observar el flujo constante de personas que ingresaban al local para volver a salir unos minutos después.
Durante el registro del local se incautaron diversas cantidades de sustancias estupefacientes como marihuana, casi 300 gramos de hachís, tres básculas de precisión y dinero en efectivo.
Los tres detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial competente para la adopción de las medidas de protección oportunas.