De la influencia árabe al dulce típico, Aragón y su legado andaluz.
El stand de Aragón en la Feria Internacional de Turismo (FITUR), que se celebra en Madrid del 22 al 26 de enero, alberga numerosas presentaciones a lo largo del evento, con el objetivo de dar a conocer los atractivos de la comunidad. Uno de los más recurrentes es el que destaca la herencia andaluza de las tres provincias, que incluye desde el mudéjar de Teruel y Zaragoza hasta la gastronomía, con productos autóctonos como el guirlache.
Como en cada una de las tres jornadas para el público profesional, el stand de Aragón comenzó su actividad con la proyección de un video sobre la influencia de la cultura andaluza en la región, realizado por la presentadora de televisión Miriam Sánchez.
El video comienza destacando uno de los vestigios árabes más universales en tierras aragonesas: el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, que es el palacio musulmán más septentrional de Europa.
Este recinto histórico ha tenido diversos usos a lo largo de los siglos, desde ser una fortaleza hasta la sede de las Cortes de Aragón en la actualidad.
La Aljafería es el Palacio más al norte, pero no es el punto más rápido donde los musulmanes dejaron su huella. Uno de ellos es Alquézar, en pleno prepirineo oscense, en las laderas de la sierra de Guara.
Desde Alquézar, el video viaja hasta el extremo sur de Aragón, donde esta influencia es más evidente, comenzando por Albarracín, una ciudad cerrada desde el siglo X y que en su momento era el centro de una pequeña taifa independiente.
El rey Alfonso I «El Batalador» conquista Zaragoza en 1118, pero la influencia andalusí no termina aquí y se mantiene a través del arte mudéjar, cuya principal expresión se encuentra en la ciudad de Teruel.
En particular, la Torre del Salvador es un ejemplo perfecto del mudéjar, con sus cerámicas en tonos blancos y verdes formando estrellas de ocho puntas. Este monumento también alberga el centro de interpretación de la arquitectura mudéjar turolense.
Aunque hay varios ejemplos de este estilo en la capital turolense, el video se detiene en su escalera, construida entre 1920 y 1921 para comunicar el centro de la ciudad con la estación de tren y que combina el mudéjar con el modernismo.
Dado que este estilo no se limita a la provincia de Teruel, la presentación vuelve al lugar de inicio, en la capital aragonesa, deteniéndose antes de 15 kilómetros en la localidad de Utebo, cuya torre de los espejos, ejemplo del mudéjar tardío, recibe su nombre por el efecto de la luz solar en su cerámica.
En la ciudad de Zaragoza, el mudéjar también se presenta en muchos lugares, aunque el video elige dos: la Iglesia de San Pablo, del siglo XIV, con su característica torre octogonal de ladrillo, y la Catedral del Redentor, más conocida como «La Seo», erigida en el mismo lugar que en otros tiempos acogió un templo romano, una iglesia visigoda y una mezquita, donde destaca el gótico-mudéjar de una de sus partes.
La herencia andaluza culmina, como todo banquete, con el postre, con la herencia gastronómica que el pasado islámico dejó en el territorio aragonés, ejemplificada en uno de los productos más tradicionales en la actualidad: El Guirlache, un dulce elaborado a base de almendras y azúcar, similar al Turrón.
Además, el Gobierno de Aragón ha publicado un pequeño libro, escrito por el historiador medieval José Luis Corral, que incluye capítulos dedicados a diferentes lugares de la región, donde la historia se entrelaza con diálogos de ficción.
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