Cuba no crecerá en 2024, según el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso, mientras la tambaleante economía estatal intenta recuperarse de una serie de desastres naturales este año.
Huracanes Oscar y Rafael llegan a la isla en octubre y noviembre, respectivamente, dejando a millones de personas sin electricidad y abriendo el camino a nuevas vulnerabilidades en una red eléctrica envejecida.
Las tormentas, junto con un fuerte terremoto con una magnitud de 6,8 a principios de esta semana cerca de la segunda ciudad más grande del país, Santiago de Cuba, destruyeron al menos 34.000 viviendas, causando grandes daños a la agricultura y las comunicaciones.
«La economía no debería crecer este año», dijo Alonso a los periodistas en La Habana. «No hay duda de que tiene que haber un impacto».
«El desarrollo económico de un país depende mucho de la energía y hemos tenido problemas eléctricos durante todo el año y no sólo este mes», afirmó Alonso.
Varias semanas de gestión de desastres naturales han puesto a prueba los recursos del país, que ya sufría una grave escasez de alimentos, combustible, agua y medicinas.
La economía de Cuba se contrajo un 1,9 por ciento en 2023, informó en julio el Ministerio de Economía y Planificación.
