Cuatro maneras de conservar esta verdura
Cultivar berenjenas en tu huerto es sencillo y gratificante. Prosperan a pleno sol, en suelos bien drenados y requieren riego regular. Con un poco de cuidado, puedes obtener hermosos cultivos todo el verano, a veces incluso más de lo necesario. ¿Entonces qué hacer con esta sobreabundancia?
La berenjena, verdura emblemática del verano, es apreciada por su textura fundente y su delicado sabor. Rica en fibra y antioxidantes, es baja en calorías. De hecho, es un excelente aliado para la salud. Versátil, se presta para cocinar al horno, al vapor, a la parrilla o marinar. Su piel púrpura brillante esconde una carne tierna que absorbe bien los sabores. Se encuentra en muchos platos mediterráneos como el pisto o la moussaka.
Además, si tu cosecha de berenjenas fue más generosa de lo esperado este año, no te preocupes. No habrá desperdicio, ya que es fácil de almacenar. Además, descubre estas recetas recomendadas por el sitio online «Gama Verde».
De hecho, ya sea enlatados o en aceite, los aperitivos son ideales para conservar las verduras. Para hacer aperitivos enlatados, corta las berenjenas en rodajas y ásalas. Luego, marínalas con ajo en una mezcla caliente de vinagre de sidra y vino blanco durante 12 horas. Luego ponlas en frascos esterilizados con orégano, semillas de hinojo, pimienta, chile y un poco de marinada. Cierra los frascos y esterilízalos.
Para hacer aperitivos con aceite, sigue el mismo método, pero deja escurrir las berenjenas durante al menos 12 horas. Después de marinarlas, sécalas bien y ponlas en frascos con las mismas especias. Cúbrelos por completo con aceite de oliva. Mantén los frascos sellados durante varios meses. Una vez abierto, refrigera, agregando aceite para mantener la berenjena sumergida.
Para congelar la berenjena, pélela y antes de cortarla en rodajas, blanquéela y luego cocínela al vapor o a la parrilla. Congélelas en un plato antes de embolsarlas. Se conservan ocho meses en el congelador sin que se peguen.
Para marinarlas, cocínelas al vapor o en conserva en miel y limón. Luego ponlas en aceite de oliva con hierbas y ajo, asegurándote de que queden bien cubiertas. Esta marinada se mantiene un mes en el refrigerador. Combina bien con carnes blancas, pastas o se puede servir sobre tostadas para un aperitivo o brunch.
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