Cuatro detenidos por robar a hombres de citas online.

Cuatro detenidos por robar a hombres de citas online.

Agentes de la Policía Nacional detuvieron a cuatro hombres, uno de ellos menor de edad, acusados de siete delitos de robo con violencia e intimidación a sus víctimas, siempre hombres, con quienes habían coincidido previamente en aplicaciones de citas.

Según explicó hoy a los medios la agente Paula, portavoz del operativo, la primera denuncia relacionada con estos hechos se presentó el pasado 22 de junio, aunque no se registraron hasta finales de agosto. Fue entonces cuando se inició la investigación, al detectarse varias denuncias en distintas localidades de la Comunidad de Madrid que coincidían con otros hechos de idénticas características, lo que alertó a los investigadores de que podrían tratarse de los mismos autores.

Los internos contactaban con las víctimas a través de diversas plataformas de contacto como Grinder y Wapo, según fuentes policiales, utilizando un perfil falso que incluía una fotografía efímera, que no pudo recuperarse posteriormente, de los más jóvenes. No pusieron ninguna foto en su avatar, pero en conversaciones enviaron la foto del hombre más guapo de la banda, aprovechando sus bonitos ojos y su marcada mandíbula para atraer a sus víctimas.

Los delincuentes eran españoles y todos se conocían por vivir en un municipio de Castilla-La Mancha cercano a la capital y desde allí se desplazaban para cometer los crímenes, una, dos veces en una misma noche. Les gustaba operar entre las 2 y las 4 de la mañana, pero un ataque tuvo lugar a las 6 de la tarde y otro a las 22 de la noche.

Una vez concertada la reunión, normalmente en los domicilios de los heridos o en lugares apartados y oscuros donde no hubiera gran afluencia de gente para que no pudieran pedir ayuda.

Cuando llegaban a la reunión, venían dos, tres o incluso los cuatro. Luego amenazaron a las víctimas con un cuchillo o incluso con un arma de fuego, golpeándolas brutalmente para acceder a sus teléfonos y poder realizar operaciones como transferencias y «bizums», saqueando posteriormente viviendas y robando objetos de valor como tabletas, computadoras y joyería.

El importe total sustraído fue de 6.769 euros entre transferencias, dinero, joyas, ordenadores, teléfonos y objetos de valor que fueron sustraídos de sus pertenencias y de sus apartamentos, en los que se alojaba la mayoría de los socios. Uno de ellos siempre se quedaba abajo para mirar. Operaban en cualquier lugar de la ciudad o región y no tenían especial cuidado ni predilección a la hora de elegir a sus víctimas.

OBLIGATORIO PARA COMPRAR CERVEZAS

Uno de los denunciantes fue obligado a subir a un vehículo mientras lo amenazaban con un arma de fuego y un cuchillo, obligándolo a comprar cerveza en una gasolinera cercana. Tras la compra, le golpearon reiteradamente hasta que realizó diversas transferencias con su terminal móvil, que finalmente le fue robado. Los ladrones siempre han utilizado alcohol y drogas en la ejecución de sus delitos.

Otras víctimas fueron apuñaladas y otra recibió un puñetazo en el ojo. Y el nivel de violencia de la pandilla estaba «en aumento». Los afectados tienen entre 22 y 55 años. El más joven es un estudiante Erasmus que, tras lo ocurrido, decidió regresar a su país.

Gracias a la rápida intervención policial, los investigadores del Grupo de Robos intimidación, lesiones, pertenencia a grupo criminal y delitos de odio ya que incluso proferieron insultos degradantes atacando la condición sexual de los afectados.

«OPERACIÓN ADONIS»

Las detenciones de la denominada “Operación Adonis” se produjeron alrededor de las 12:30 horas del 16 de septiembre en el parque La Gavia, donde se encontraron con otra posible víctima. La policía ya los seguía y sabía que iban a cometer las acciones el domingo y el lunes por la noche.

Los adultos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que finalmente decretó el ingreso en prisión de todos, mientras que el menor, de 17 años, fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, que decretó régimen cerrado en un centro de menores. Todos tenían antecedentes de delitos contra la propiedad y no tenían direcciones conocidas, por lo que no pudieron registrar sus casas.

Los agentes están ahora compartiendo datos con la jefatura de policía de Castilla-La Mancha por si puede haber más incidentes en esa región. Creen que una vez ventilada esta investigación podrían llegar más denuncias de otras víctimas que por vergüenza y desconocimiento no quisieron denunciar. La policía recomienda hacer esto en todo momento para acabar con este tipo de bandas.

FUENTE

nuevaprensa.info

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