Construcción de frente contra extrema derecha en Francia por cuenta regresiva
Los partidos franceses se han apresurado a cumplir con un plazo para bloquear a la extrema derecha mientras el futuro de la democracia de su país está en juego.
Los candidatos a la Asamblea Nacional deben reaccionar en pocas horas para inscribirse para la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas del domingo o, por el contrario, retirarse. El partido centrista del presidente francés, Emmanuel Macron, Renacimiento, y una coalición de izquierda, El Nuevo Frente Popular con Jean-Luc Mélenchon, maniobran para impedir que la ultraderecha, El Grupo Nacional, asuma el poder en el Parlamento del país tras el éxito de la primera vuelta.
Una primera vuelta impulsó al candidato de 28 años, del Grupo Nacional, Jordan Bardella, más cerca que nunca de convertirse en Primer Ministro. Sin embargo, los resultados también dejan abierta la posibilidad de que los votantes bloqueen su camino hacia el poder en la segunda vuelta del domingo.
Los candidatos de izquierda y Macron se dan por vencidos en la segunda vuelta. Si fuera elegido miembro de la Asamblea Nacional, el Grupo Nacional sería el primer gobierno de extrema derecha de Francia desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 150 candidatos de izquierda o macronistas clasificados para la segunda vuelta ya se han retirado para impedir que la extrema derecha obtenga la mayoría. Marine Le Pen, con la mirada puesta en la presidencia francesa y en el fundador de la Agrupación Nacional, instó a los votantes a dar a su partido la mayoría absoluta en la próxima ronda de elecciones del próximo domingo. Cécile Alduy, una investigadora de extrema derecha y profesora de la Universidad de Stanford, dijo que si bien la falta de experiencia e incluso competencia de Bardella debería ser un factor desanimado para los votantes, podría funcionar a su favor: «Aparentemente hay un rechazo tan grande de Emmanuel Macron y su política en este momento, cuando los votantes piensan que hay una oportunidad de cambiar eso, de realmente sacudir el sistema y a las personas que están insatisfechas con la política actual como lo estaban, pienso: «Bueno, no lo he probado».
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