Condenado a 6 años de cárcel por apología del terrorismo islámico
La Audiencia Nacional condenó a Abdelkrim M. a 6 años de prisión por promover, exaltar y justificar «los macabros actos de guerra y aniquilación del enemigo» cometidos por el Estado Islámico, organización terrorista a la que incitó a unirse. En una sentencia, la Sala de lo Penal impone 4 años de prisión por un delito de autoadoctrinamiento terrorista y otros dos años por un delito de enaltecimiento del terrorismo. El condenado, detenido en Beniaján (Murcia) en enero de 2022, almacenaba más de 2.100 vídeos y audios de contenido yihadista, entre crímenes violentos, ejecuciones y discursos de líderes del Estado Islámico, que consumía para radicalizarse y difundía a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería para incitar a otros a unirse a los principios de la organización terrorista, según la sentencia.
Los hechos probados de la sentencia indican que desde al menos 2013, Abdelkrim decidió sumergirse en un proceso de radicalización religiosa mediante el consumo masivo de contenidos de propaganda de DAESH, eficaces para atraer nuevos miembros dispuestos a actuar en actividades terroristas. Tras asumir este ideario, el condenado realizó una intensa tarea de publicación y difusión de dichos contenidos a través de redes sociales y aplicaciones, al mismo tiempo que incitaba a otros a unirse a las ideas radicales y violentas del yihadismo representadas por el Estado Islámico.
La Audiencia Nacional considera que a través de sus perfiles en redes sociales, Abdelkrim alentó a otros a unirse a las ideas radicales y violentas del yihadismo representadas por el Estado Islámico. A través de los perfiles que utilizó, Abdelkrim fue entrenado e instruido, al mismo tiempo que propagaba la supuesta bondad de las acciones llevadas a cabo por la organización terrorista y sus satélites, uniéndose a sus radicales postulados violentos.
La Sala de lo Penal absolvió a Abdelkrim del delito de adoctrinamiento terrorista, pero le condenó por promover, exaltar y justificar la organización terrorista DAESH y sus miembros. En su declaración en el juicio, el acusado descartó sentirse un soldado al servicio de Jabhat al Nusra, la antigua filial de Al Qaeda en Siria. «No somos como ellos, no somos parte de ellos, no tenemos las pelotas para ser como ellos. Nada de eso», dijo.
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