Cómo mejorar la productividad de los cultivos

Cómo mejorar la productividad de los cultivos

Muy jugosas, propias del verano y amadas por todos, incluidos los niños: estamos hablando de fresas. Cultivables en el jardín o en macetas, tienen muchas posibilidades de crecimiento y son una de las frutas más apreciadas tanto en postres como para comer fresco.

Para poder cultivarlas, tendrás que cuidarlas en detalle: si estás interesado en aprender más sobre la fertilización de fresas, encontrarás muchos consejos útiles y los mejores productos eficaces para utilizar.

Todo comienza con elegir el terreno adecuado

La calidad del suelo es uno de los principales factores que pueden influir en el crecimiento de la fresa. La planta prefiere suelos ricos en materia orgánica, bien drenados y ligeramente ácidos, con un pH entre 5,5 y 6,5.

Antes de plantarlas, recomendamos trabajar la tierra eliminando piedras y escombros y agregando fertilizante adecuado para mejorar la estructura y el suministro de nutrientes. Una buena preparación del suelo promoverá el desarrollo de las raíces y aumentará el rendimiento general del cultivo.

Destacamos que la fertilización marca la diferencia: este es un aspecto esencial que ayuda a obtener fresas de alta calidad. Con una buena fertilización equilibrada de nitrógeno, fósforo y potasio, obtendrás una cosecha más abundante y sabrosa.

¿Un consejo adicional? Se sugiere utilizar un fertilizante desde la preparación del suelo y luego seguir a las plantas en las fases de crecimiento, integrando con el tiempo según sea necesario. Incluso durante el período de floración y fructificación, una mezcla rica en potasio podría mejorar el dulzor de la fruta.

Cultivo de fresas: más consejos

Para aquellos que aman las fresas, sepan que en general existen 3 tipos y se dividen según las familias a las que pertenecen.

Los primeros son los de día corto o los que no florecen y que maduran solo una vez al año, luego están los de día neutro que garantizan la maduración en primavera y otoño, y las de día largo que tienen mayor libertad en la producción siempre que la temperatura no baje de los 10 grados.

El mejor momento para cuidar este cultivo es en los meses de primavera para poder recoger los frutos en el primer verano; su maduración es bastante rápida y con la fertilización de las fresas realizada con diligencia, podrás disfrutar de un auténtico festín.

Las principales opciones son cultivarlas en un huerto tradicional o en maceta, aunque recientemente los jardines verticales y mini invernaderos ofrecen más oportunidades.

Es importante darles suficiente espacio, lo que significa que deberán estar separadas por al menos 6 pulgadas. Si, por el contrario, quieres plantarlas en macetas, el recipiente debe medir al menos 30 cm de diámetro para cada planta.

¿Con qué frecuencia regarlas?

Las fresas no se deben regar en exceso. De hecho, se recomienda un riego regular pero moderado. En los días más cálidos, el consumo de agua podría ser mayor, pero en la gran mayoría de los casos es importante tener cuidado con las cantidades porque la formación de moho y hongos podría comprometer la salud de las plantas.

¿Un buen consejo? Obtener ayuda de herramientas de riego por goteo: de esta manera, el suelo permanecerá húmedo pero nunca demasiado mojado.

Malezas y plagas: los enemigos a combatir

Hay dos enemigos de las fresas que deben mantenerse bajo control: las malas hierbas y las enfermedades parasitarias. En el primer caso, sobre todo si están en maceta, es muy sencillo mantener la tierra limpia. Un poco de mantillo bien hecho será suficiente para mantener alejadas las malas hierbas y mantener la tierra húmeda, permitiendo que las fresas crezcan fuertes.

No obstante, no podemos evitar mencionar lo sensibles que son a enfermedades causadas por hongos, moho y mildiú, lo cual puede comprometer significativamente la calidad de la cosecha. Los pulgones y los ácaros son plagas que pueden convertirse en una auténtica amenaza para las fresas.

Cosecha solo cuando estén completamente maduras

Si eres particularmente codicioso, la tentación de recoger las fresas tan pronto como se pongan rojas será muy fuerte, pero debes tener paciencia: deben haber alcanzado su plena madurez antes de ser recogidas y para entenderlo deben tener un color rojo intenso y uniforme.

Para evitar daños en los cultivos, deben ser retiradas con cuidado, prefiriendo momentos frescos como las mañanas. Evita aplastarlas, manéjalas con cuidado y guardarlas en un ambiente fresco y seco ayudará a que duren más.

Con estos valiosos consejos podrás fertilizar las plantas de fresa y cultivarlas en el mejor de los casos para tener una cosecha floreciente y sabrosa: un poco de atención es suficiente y en un número de semanas bastante limitado podrás empezar a recoger los primeros frutos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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