La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, inauguró el jueves una reunión con 18 de sus colegas en la Cumbre Iberoamericana de Presidentes, a la que no llegaron 19 de los 22 líderes invitados y ninguno de América Latina, excepto el anfitrión Daniel Noboa. .
En el discurso inaugural, el funcionario aseguró que esta es una oportunidad para demostrar que «estamos listos para seguir fortaleciendo nuestra comunidad iberoamericana y transformar ideales en acciones» que puedan tener un impacto positivo en la vida de millones de ciudadanos.
Agregó que era fundamental fortalecer lazos de unidad «para enfrentar los desafíos globales», entre los que identificó el crimen organizado internacional, la crisis climática, la migración y el acceso a la tecnología, entre otros.
Los cancilleres presentes planean elaborar un documento que será firmado por los presidentes de este foro que se desarrolla en la ciudad andina de Cuenca, 310 kilómetros al sur de la capital ecuatoriana.
A la reunión, acordada hace dos años, asisten el rey de España Felipe VI, el presidente de Portugal, Marcelo Revelo de Souza y Noboa, y marca un hito entre las cumbres menos concurridas. Uno de los que tuvo menos participantes fue Colombia en 2016, cuando estuvieron presentes 12 mandatarios. El presidente paraguayo, Santiago Nieto, se excusó en el último momento de viajar a Ecuador.
Ausencias esperadas
Estas ausencias presidenciales son «esperadas», afirmó. La prensa asociada La analista Grace Jaramillo de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá, y explicó que esto es consecuencia de la polémica por el allanamiento a la embajada de México, así como de los «comentarios negativos de Noboa sobre sus colegas de la región que apareció en el periódico (The) New Yorker de Estados Unidos”.
En abril, fuerzas policiales ecuatorianas allanaron la embajada de México para destituir por la fuerza al ex vicepresidente Jorge Glas, buscado por la justicia ecuatoriana por corrupción y a quien poco antes de que ese país le concediera asilo. La invasión provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
«De esta cumbre se espera muy poco», anticipó, añadiendo que «tal vez algo en temas de innovación y tecnología, más allá de las declaraciones de los miembros, no creo que haya ningún avance».