Cantabria solicita al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) el control de la población de lobos debido a la situación «crítica» que enfrenta el sector.
Así lo comunicó el lunes la ministra de Desarrollo Rural, Crecimiento, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante una reunión para abordar el problema de los lobos. Informó que la Comunidad Autónoma presentará el censo oficial de ejemplares «antes de final de año» para solicitar, a partir de estos datos, permiso para realizar extracciones controladas.
Según Susinos, este censo cumple con todos los requisitos exigidos por el ministerio para permitir un control poblacional en base a los daños que, en el caso de Cantabria, son «muy cuantificables y objetivos», al igual que en otras comunidades afectadas como Galicia, Asturias y Castilla y León, con las que se comprometió a «trabajar juntos, sin fisuras».
El concejal argumentó que el control poblacional no se trata de llevarse a cabo «sin sentido ni criterio, sino que debe ser realizado por profesionales y especialistas en la materia sin comprometer la existencia del lobo».
«Pedimos control de la población, es necesario y urgente», insistió el concejal, quien entregó un expediente detallado durante la reunión para demostrar que los daños causados por los lobos están aumentando y que estos animales ya se encuentran en áreas donde su presencia no es social y ambientalmente apropiada.
Susinos recordó al Secretario de Estado que Cantabria cuenta con 20 manadas fijas y 3 itinerantes, expresando también su preocupación por el cambio de comportamiento de los lobos y sus ataques cada vez más cerca de zonas habitadas.
Por tanto, insistió en solicitar al secretario de Estado «mayor apoyo económico y medidas preventivas» debido al impacto económico que sufren los ganaderos a diario, ya que «no están criando animales para alimentar a los lobos», agregó.
Además, el concejal mencionó la importancia de preservar las razas autóctonas de Cantabria, como la Monchina, y la necesidad de actuar para evitar la disminución de su población.
Al finalizar la reunión, Morán ofreció la «colaboración» del Ministerio en el nuevo Plan de Ordenación que Cantabria va a elaborar, el cual reflejará el nuevo censo y será crucial para realizar extracciones en la Comunidad Autónoma.
Finalmente, el concejal recordó que en noviembre convocará la «Mesa de los Lobos» como se comprometió con el sector, donde estarán representados todos los actores involucrados en este tema.
Entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024, se registraron 1.568 expedientes de ataques con 1.858 animales muertos (39% caballos, 29% bovinos, 4% cabras, 2% burros). De 2019 a 2023, se pasó de 1.048 ataques y 1.656 animales muertos a más del doble con 2.310 ataques y 2.756 animales muertos.
Para hacer frente a estos daños, la Administración de Cantabria tiene un seguro que cubre los daños causados por animales salvajes en la ganadería y agricultura. Las cantidades no cubiertas por el seguro se tramitan bajo responsabilidad financiera de la Administración.
Actualmente está en vigor el plan de gestión del lobo 2019, que tiene como objetivo establecer directrices, medidas y acciones para la conservación y gestión de las poblaciones de lobos en Cantabria, asegurando su compatibilidad con el desarrollo socioeconómico rural y la ganadería extensiva.
Entre sus objetivos se encuentra mantener la población de lobos en un estado favorable de conservación, garantizando su viabilidad en la Península Ibérica y minimizar el conflicto causado por los daños a la ganadería extensiva mediante medidas preventivas, compensatorias y control de ejemplares en función de los daños y la evolución de la población.
