El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, fue condecorado en Costa Rica el lunes por su homólogo Rodrigo Chaves, incluso cuando el país lucha contra altas tasas de Homicidios que han alcanzado niveles históricos. en los últimos dos años.
Mientras Chaves destacó las virtudes del presidente salvadoreño para reducir los niveles de inseguridad y violencia en su país, Costa Rica aún intenta que este año no alcance los 906 homicidios registrados el año anterior, el más violento de su historia. y que le robó ese título al 2022, que había cerrado con 654.
Datos del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica reportan 757 asesinatos el 11 de noviembre, 31 menos que el mismo día del año anterior.
Bukele aseguró en San José, capital de Costa Rica, que su país es el segundo más seguro del hemisferio occidental, después de Canadá.
“Salvar a El Salvador de esas garras malignas también ayuda a traer la paz a nuestra región. La lucha contra el crimen organizado en cualquier lugar de Centroamérica es bienvenida. Hay que reducir la expansión y la influencia de las pandillas y el mal ejemplo”, dijo Chaves al entregar a Bukele la Orden Juan Mora Fernández, el máximo reconocimiento de la diplomacia costarricense.
Una «liga» de mentes similares
Ambos presidentes anunciaron que, tras la visita, pretenden impulsar una «liga» de países con ideas afines para promover la seguridad, la prosperidad y el desarrollo de sus naciones.
Chaves también reforzó la retórica que ha utilizado constantemente en los últimos meses: la urgencia de obtener un resultado contundente en las urnas. Con esto, señaló, quiere garantizar un banco legislativo más amplio para el candidato que, espera Chaves, continuará con su línea de gobierno después de las elecciones de 2026.
En el país centroamericano no se permiten rediseños consecutivos.
Tanto Bukele como su par costarricense disfrutan del mar niveles de popularidadaunque Chaves no tiene mayoría en la Asamblea Legislativa para avanzar en sus proyectos.
Pero el entusiasmo del presidente costarricense por su homólogo salvadoreño no fue compartido por los representantes de la oposición en la Asamblea Legislativa ni por los jueces de la Corte Suprema de Justicia. Se mostraron reacios a recibir a Bukele por los cuestionamientos que existen en su contra en materia de derechos humanos como consecuencia de su política de seguridad.
Chaves decidió con Bukele que no debía exponerse a la denuncia y que no consideraría visitas a los demás poderes del Estado en esta ocasión. En su lugar, el presidente salvadoreño recorrerá el martes La Reforma, una de las principales cárceles del país.
A las acusaciones sobre derechos humanos, Bukele respondió una vez más que primero está el derecho humano a la vida y que eso es lo que se debe garantizar ante la violencia que vive su país, y luego asegurar que todos los demás estén protegidos.
“De nada sirven todos los demás derechos si no hay derecho a la vida, no se pueden hacer cumplir, no hay derecho a la movilidad si estoy muerto; Entonces el Estado debe garantizar el derecho a la vida de sus ciudadanos y para eso debe ir tras los delincuentes, no queda de otra”, dijo Bukele.