Brecha de productividad con la UE sigue sin cerrarse desde 2015.

Brecha de productividad con la UE sigue sin cerrarse desde 2015.
El La productividad por empleado permanece estancada desde hace una décadasin volver a los niveles de 2015, entre otras razones por la explosión que se produjo en el mercado laboral, con una creación de empleo mayor que el crecimiento económico que se experimentó.
En 2023, según datos de Eurostat, los niveles de productividad real por empleado estuvieron a punto de volver al nivel de 2015, umbral que se perdió con la llegada COVID-19que se dirigió especialmente a sectores clave del tejido productivo español, como el turismo y la hostelería.
Con base en 2015 (100), la productividad por empleado en nuestro país se mantuvo sin cambios respecto al año pasado (datos provisionales) al 99,3%, cuando en 2022 prácticamente había vuelto al nivel de la última década. Los mejores registros se produjeron justo antes de la pandemia, en 2017 y 2018, cuando esta eficiencia era un 1,3% superior a la de tres años antes.
Ahora, con el impacto de la pandemia, la eficiencia ha alcanzado el 93%, siete puntos por debajo del año de referencia, y aún no se ha recuperado el umbral.
En los últimos años, ha habido una creación de empleo espectacular, lo que ha colocado el mercado laboral muy por encima de donde estaba antes de la pandemia. La productividad en nuestro país en las últimas décadas siempre ha sido contracíclica: se ha ganado a costa de la destrucción de empleo. en las crisis económicas. Esta fortaleza del mercado laboral, con más de 21 millones de trabajadores activos, puede estar detrás del retraso en la recuperación de este indicador.
Pero también tiene que ver con las especificidades productivas de España: ramas poco productivas como hostelería, comercio o aquellos relacionados con el turismo, lo que explica este retraso.
Si comparamos la productividad por empleado con la de nuestros socios, en la Unión Europea está casi un 4% por encima de los niveles de 2015, impulsada por la recuperación de los países del Este. La eurozona se enfrenta a un crecimiento ligeramente más limitado, de alrededor del 1,7% en 2023. Alemania aumentó su productividad un 1,2% e Italia aumentó su productividad un 1,5%. El indicador despega en Portugal: es un 6,4% más alto. Mientras tanto, en Francia, la evolución es negativa: está un 1,1% por debajo de 2015.
Si la productividad por empleado no se recupera es también porque la productividad horaria ha aumentado y eso permite jornadas más cortas. En este indicador, España también obtiene mejores resultados Cada hora de trabajo en nuestro país genera hoy un 3,1% más de riqueza que en 2015.
Pero nuevamente, las comparaciones son clave. En el mismo período, la media de la UE aumentó su eficiencia horaria un 6%, mientras que en la zona del euro fue del 4%.
La falta de recuperación de los niveles de productividad impide también cerrar la brecha abierta con la Unión Europea. España es una de las grandes economías del euro, pero a diferencia de Alemania o Francia, no consigue estar por encima de la media. Además, la productividad por hora trabajada en nuestro país está casi cinco puntos por debajo de la media europea y por encima de 12 si la comparamos con la zona euro. La brecha con Francia y Alemania, antes mencionadas, es de más de 20 puntos porcentuales en cada caso.
Es más, las previsiones con las que trabaja la Unión Europea son que esta diferencia se mantendrá estable al menos durante este año y el próximo. En cualquier caso, la diferencia se abrirá ligeramente: si en 2023 la productividad horaria española era el 95,6% de la media de la UE, en 2025 la previsión es que sea del 94,4%.
El nuevo Consejo de Productividad, lanzado por el Gobierno a finales del mes pasado, tendrá que abordar esta falta de convergencia con la Unión Europea y asesorar sobre políticas que puedan cerrar esta brecha. De cara al futuro, los cálculos del Gobierno ya indican que medidas como la reducción de jornada tendrán un impacto directo en la productividad, con una ligera reducción en los próximos años.

1. El verano pasado, mi familia y yo fuimos de vacaciones a la playa. Pasamos una semana en un hermoso resort frente al mar. Disfrutamos de la arena, el sol y el mar durante todo el día.

2. Por las noches, salíamos a cenar en restaurantes locales y probábamos deliciosos platos de mariscos frescos. También paseábamos por el malecón y disfrutábamos de la brisa marina mientras veíamos la puesta de sol.

3. Durante el día, mi hermana y yo practicábamos surf en las olas, mientras que mis padres preferían relajarse en la piscina del resort. También hicimos excursiones en barco para explorar la costa y ver la vida marina.

4. Fue un viaje inolvidable lleno de diversión, risas y momentos especiales en familia. Estoy deseando volver a la playa el próximo verano para crear más recuerdos juntos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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