Barnier promete reducir la deuda con medidas fiscales y de austeridad

Este artículo fue originalmente publicado en inglés.
En su esperado discurso de política general, el nuevo Primer Ministro francés, Michel Barnier, presentó su «hoja de ruta» ante la Asamblea Nacional y pidió «compromisos».
El primer ministro francés Michel Barnier anunció su programa al frente del Gobierno para lo que espera sean «los próximos dos años y medio». Su discurso ante la Asamblea Nacional duró una hora y veintidós minutos. Barnier dijo que tiene «una exigencia»: reducir la «doble deuda presupuestaria y ecológica». El veterano político conservador espera volver al 5% del déficit público en 2025 y al 3% en 2029 gracias a una «reducción del gasto».
Para lograrlo, el ex comisario europeo también anunció que pedirá la contribución de «empresas grandes y muy grandes» que obtienen importantes beneficios y de los franceses más ricos. Barnier también pidió «hacer más contra el cambio climático» y anunció una «gran conferencia nacional para actuar» al respecto.
El Presidente también pidió la reanudación del diálogo sobre la reforma de pensiones para «corregir» la ley de 2023 y encontrar, con la ayuda de los agentes sociales, «acuerdos razonables y justos». Respecto al desempleo, el primer ministro estrechó la mano de los interlocutores sociales para negociar. Barnier también tuvo palabras para referirse a la situación en la que se encuentra Nueva Caledonia, donde las elecciones provinciales «se pospondrán» hasta finales de 2025.
El anuncio de cinco proyectos.
Entre sus iniciativas más destacadas, el primer ministro anunció la revalorización del salario mínimo interprofesional en un 2% a partir del 1 de noviembre para mejorar «el nivel de vida de los franceses», y se comprometió a tomar medidas para reactivar el sector inmobiliario.
En relación con el “acceso a servicios públicos de calidad”, Barnier aseguró que «la escuela seguirá siendo la prioridad», y que «la lucha contra la falta de médicos será otra». El jefe del Gobierno francés también pretende aplicar «un plan de acción» en todos los territorios en el asunto de seguridad, y espera lograr «resultados rápidos y concretos». La policía será «más visible» en toda Francia, afirmó.
Barnier también aludió a la política de control de inmigración, y afirmó querer sacar la cuestión del «callejón sin salida ideológico», señalando que Francia ya no tiene «un control satisfactorio de nuestra política de inmigración».
Otro de los pilares de su acción de Gobierno es la promoción de «más hermandad». Su receta para ello: reconectar con las políticas familiares, luchar contra la precariedad, construir vínculos entre generaciones o acompañar a las personas al final de la vida. Sobre este tema, afirmó que las discusiones sobre el proyecto de ley «se reanudarán» a partir del próximo año.
El Grupo Nacional de extrema derecha pide una nueva ley de inmigración
En respuesta al discurso del Primer Ministro, Marine Le Pen pidió al Gobierno, desde la tribuna de la Asamblea, que presente una nueva ley de inmigración «que incorpore al menos las disposiciones censuradas por el Consejo Constitucional» hace menos de un año.
La representación parlamentaria de extrema derecha da al Gobierno de Barnier hasta el primer semestre de 2025 y afirma que es una «línea roja» de su partido.
La Francia insumisa espera «destituir al presidente»
Por su parte, la izquierdista Mathilde Panot denunció la «cohabitación» del Gobierno con el Grupo Nacional. La presidenta de La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional recordó que «la censura gubernamental» y «derrocar al presidente» son ejes prioritarios para su partido.
«Nuestro país baila sobre un volcán»
Según Laurent Wauquiez, «nuestro país baila sobre o volcán» y «la gravedad de la situación exige que nos pongamos del lado de Francia». El presidente del grupo parlamentario del partido de derecha Los Republicanos recordó que su partido apoyará al Gobierno de Barnier, afiliado a esta formación, y su «política de cambio» que le permitirá salir de la «laxitud presupuestaria».
Protestas durante el discurso de Barnier
Mientras Barnier se dirigía a la Asamblea Nacional, miles de personas se manifestaron en Francia con la CGT, el FSU y Solidaires. Los manifestantes pidieron al Gobierno «que satisfaga demandas sociales»: derogar la reforma de las pensiones, aumentar los salarios y mejorar los servicios públicos. En total, se celebraron 190 protestas en toda Francia. En París y Estrasburgo, las manifestaciones incluyeron a varios miles de personas. Otros eventos tuvieron lugar en Burdeos, Lyon, Perpiñán, Rennes y Nantes.
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