Asturias se acerca al 50% de reciclaje para 2035, pero aún lejos.

El consorcio encargado de la gestión de residuos sólidos en Asturias (COGRSA) gestionó el año pasado 108.888,59 toneladas de desechos clasificados y depositados por los ciudadanos en contenedores de recogida separados o en la red de puntos limpios. Esta cantidad equivale al 24,3% del total de residuos municipales tratados (448.077,55 T) y, aunque representa una mejora respecto al 22,93% de 2023, todavía está lejos del objetivo legal del 50% para 2035.
En cuanto a la recogida municipal, en las instalaciones de reciclaje que COGRSA opera en Serín, se han recibido específicamente 16.578,48 toneladas de contenedores de luz (envases, latas, botellas y botellas de plástico, etc.); 24.741,50 toneladas de papel y cartón, 17.408,61 toneladas de vidrio, 13.405,83 toneladas de materia orgánica, 10.039,57 toneladas de restos de poda, 17.226,84 toneladas de muebles y enseres, y 9.487,27 toneladas de otros residuos reciclables, incluyendo aceites, radiografías y pilas.
El mayor crecimiento de estas recogidas separadas se produce en la fracción orgánica, que ha aumentado en un 25,57% respecto a las 10.675,70 toneladas de 2023. Según COGRSA, este aumento se debe en gran medida al creciente despliegue del contenedor marrón en unos treinta municipios.
Además, las fracciones de contenedor amarillo y azul experimentan una mejora notable al recibir un 4,85% más de toneladas en el primero y un 5,17% más en el segundo, en comparación con el año anterior.
La llegada del contenedor verde, por el contrario, se mantuvo estable. Los muebles y la madera depositados por los ciudadanos en la recogida municipal «puerta a puerta» o en los puntos limpios de Asturias aumentaron en casi un 9%.
En cuanto a la tasa de recogida separada, 14 de los 78 municipios se sitúan por encima de la media de Asturias, con Coece, Oviedo y Gijón liderando con indicadores del 33,27%, 31,71% y 31,22%, respectivamente.
En total, COGRSA recibió 872.308,72 toneladas de residuos procedentes de actividades comerciales, industriales, agrícolas, hospitalarias y del sector de la construcción y demolición el año pasado.
Muchos de estos residuos han sido procesados en instalaciones de preparación para el reciclaje, donde son clasificados y empaquetados para ser enviados a gestores autorizados que los transforman en materiales recuperados, aptos para un nuevo uso.
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