Archivo preliminar del caso Déborah por falta de pruebas suficientes contra su exnovio.
El juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) ha decidido clasificar y archivar provisionalmente las diligencias relacionadas con la desaparición y muerte de la joven viguesa Déborah Fernández Cervera, ocurrida entre abril y mayo de 2002, debido a la falta de pruebas suficientes contra el único sospechoso del caso, su exnovio Pablo PSL.
En su comunicado a las partes, el juez menciona que las pruebas recopiladas contra el único investigado «no son suficientes para formular una acusación creíble de un delito específico» que justifique iniciar un proceso ante el Tribunal del Jurado. Además, concluye que «no existen pruebas contundentes y concluyentes» para respaldar dicha acusación.
La investigación, que incluyó testimonios, la exhumación del cuerpo de la víctima y la inspección de un frigorífico propiedad del entonces investigado, no arrojó resultados positivos. Tampoco se pudo demostrar la manipulación del disco duro del ordenador de la joven. Además, el análisis de ADN confirmó que el material seminal encontrado no coincide con el perfil genético de Pablo PSL.
El juez destaca que no hay pruebas concluyentes que sustenten la acusación penal contra el investigado, y que se requiere un nivel cualitativo de evidencia sólida para demostrar la autoría de un delito. Por lo tanto, considera que no hay indicios de la presencia del investigado en el lugar de los hechos.
La resolución del juez recuerda la importancia de contar con pruebas sólidas y no meras sospechas para fundamentar una acusación penal. Además, hace hincapié en que las inferencias lógicas deben basarse en hechos probados, y no en suposiciones o probabilidades.
La familia de Déborah ha decidido no apelar la decisión del juez, quien también ha remitido la investigación sobre la custodia del teléfono móvil de la joven a la Comisaría de Vigo para determinar si se debe abrir una investigación sobre la recogida y retención del dispositivo.
La orden de archivo provisional no es definitiva y puede ser apelada, pero la familia de Déborah ha optado por no hacerlo. En una rueda de prensa con su equipo legal, planean explicar lo ocurrido en los últimos 22 años y proporcionar todos los datos necesarios para que la sociedad pueda juzgar lo sucedido.
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