El Senado de México aprobó el miércoles por la mañana una propuesta para reformar el poder judicial, el paso más importante para una controvertida enmienda constitucional que permitiría elegir a todos los jueces, un cambio que los críticos temen politizará el poder judicial y pondrá en peligro la democracia mexicana.
La votación se produjo horas después de que un estallido de manifestantes obligó a la cámara a suspender la sesión cuando el partido gobernante, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), consiguió los votos necesarios para aprobar la medida.
La iniciativa fue aprobada fácilmente la semana pasada en la Cámara Baja, donde Morena y sus aliados tienen una amplia mayoría. El Senado fue el mayor obstáculo para la propuesta, que requirió deserciones de legisladores de la oposición para avanzar.
Uno de esos cambios de posición provino del opositor Partido Acción Nacional (PAN) el martes, cuando un legislador que anteriormente se había opuesto a la reforma pidió una licencia médica y su padre, exgobernador, sugirió que votaría a favor.
El Senado votó dos veces la iniciativa con el mismo resultado de 86-41, la segunda votación alrededor de las 4 de la madrugada.
La propuesta ahora requiere la ratificación de las legislaturas de 17 de los 32 estados de México. Se cree que el partido gobernante cuenta con el apoyo necesario tras los buenos resultados de las últimas elecciones.