Ansiedad y depresión: causas del insomnio, «podemos curarlas juntos»
El insomnio puede ser causa y efecto de enfermedades como la ansiedad, la depresión y el trastorno bipolar. Dado que estas patologías comparten mecanismos patogénicos similares con los problemas del sueño, en algunos casos es posible combatir el insomnio y las enfermedades mentales con una única estrategia terapéutica o incluso con un único fármaco activo sobre la orexina, el neurotransmisor que regula nuestro reloj biológico.
Los expertos del Sinpf, la Sociedad Italiana de Neuropsicofarmacología, reunidos en Milán con motivo del 26º Congreso Nacional, explican que el insomnio se define como la insatisfacción con la cantidad o la calidad del sueño, asociada a dificultades para iniciar y mantener el sueño durante al menos 3 meses. Más de un tercio de la población mundial padece insomnio y/o trastornos del sueño, 20% en Italia, en muchos casos en forma crónica.
El insomnio puede verse agravado por trastornos psiquiátricos o psicoemocionales, principalmente depresión y ansiedad. Estableciendo una relación bidireccional que amplifica el sufrimiento del paciente. Enfoques como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio, cambios en el estilo de vida y algunas intervenciones farmacológicas específicas pueden mejorar la calidad del sueño y también influir positivamente en la evolución y pronóstico de los trastornos mentales asociados.
Recientemente, las directrices europeas han sugerido como fármaco de primera elección el daridorexant, un antagonista de la orexina, que bloquea la actividad del neurotransmisor a nivel de sus dos receptores más importantes. El tratamiento del insomnio con un fármaco regulador de la orexina también podría tener un papel importante en la psicopatología, mejorando no solo los síntomas de insomnio, sino también la ansiedad y el estado de ánimo.
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