Amor eterno en Normandía: la boda de un veterano con el amor de su vida a los 100 años
El veterano de la Segunda Guerra Mundial Harold Terens y su gran amor, Jeanne Swerlin, demostraron que el amor es eterno cuando unieron sus vidas en matrimonio en las playas del Día D en Normandía.
Aunque puede que no haya sido la boda del siglo, la suma de las edades de los novios casi llegaba a los 200 años. Harold Terens, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, tiene 100 años, mientras que su novia Jeanne Swerlin tiene sólo 96 años. Sin embargo, su unión nupcial se convirtió en una celebración casi bicentenaria.
La ceremonia se desarrolló con elegancia en el Ayuntamiento de Carentan, un objetivo clave del «Día D» que fue testigo de feroces combates después del desembarco aliado el 6 de junio de 1944, que ayudó a liberar a Europa de la tiranía de Adolf Hitler.
Al igual que otras ciudades de la costa normanda, donde aproximadamente desembarcaron 160.000 tropas aliadas bajo fuego en cinco playas con nombres en código, Carentan es un centro hirviente de recuerdo y celebración en el 80.º aniversario de los actos y sacrificios de los hombres y mujeres jóvenes de ese día. Las calles fueron decoradas con banderas y guirnaldas y los veteranos fueron recibidos como estrellas de rock.
Mientras sonaba la canción de cuna de Glenn Miller y otras melodías de época, los simpatizantes ya se habían reunido una hora antes de la boda detrás de las barreras frente al Ayuntamiento.
Después ambos pronuncian «Sí, quiero». Frente a un teniente de alcalde, la pareja saludó a la multitud extasiada, con copas de champán en la mano. Terens lo describió como «el mejor día de mi vida».
La boda fue simbólica, sin validez legal. La oficina del alcalde Jean-Pierre Lhonneur explicó que no tenía autoridad para casar a extranjeros que no fueran residentes en Carentan y que la pareja, ambos estadounidenses, no necesitaban votos legalmente vinculantes. Sin embargo, podría completar esos trámites en Florida si así lo deseara.
Lhonneur suele decir que Normandía es prácticamente el estado número 51 de Estados Unidos, dada su reverencia y gratitud por los veteranos y los miles de soldados aliados que nunca regresaron de la Batalla de Normandía.
Vestida con un traje de la década de 1940 que perteneció a su madre Louise y con una boina roja, Jane Ollier, de 73 años, fue una de las madrugadoras que esperaban ver a la feliz pareja.
«Es emocionante casarse a esa edad,» dijo. «Si puedes traerles felicidad en los últimos años de sus vidas, eso es fantástico.»
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