Alimentación de la ballena franca austral en Península Valdés.
Hasta ahora, a través de investigaciones anteriores, sabíamos que la Ballena franca austral de la Península Valdés se alimentaba mediante filtración superficial y subsuperficial (a menos de 10 metros de profundidad) de zooplancton, principalmente copépodos calanoideos.
Sin embargo, durante el muestreo también observamos que los juveniles o hembras adultas realizaban inmersiones prolongadas (con un tiempo máximo registrado de 24 minutos en una hembra adulta) y al salir tenían barro en la cabeza, lo que también se observó en los capitanes y guías de avistamiento que nos hablaron de este comportamiento.
Junto a Mariana Degrati, Mariano Coscarella y Ariadna Nocera, también especialistas del CONICET en CESIMAR, y en colaboración con el National Geographic Exploration Technology Lab y National Geographic Pristine Seas Expeditions, colocamos ocho cámaras de video en la espalda de individuos adultos y juveniles mediante un dispositivo de succión. taza. , llamadas CRITTERCAMs, para conocer el comportamiento de las ballenas durante estas inmersiones prolongadas.
El análisis de datos de CRITTERCAM confirmó que las ballenas se alimentan buceando en el Golfo Nuevo. Un hallazgo importante es que las crías se sumergen a la misma profundidad que sus madres y las crías, dado que en los videos fueron observadas cerca del fondo con sus madres.
En términos de disponibilidad de presas, grandes copépodos calanoides adultos y eufáusidos juveniles dominaron el zooplancton en densos agregados cerca del fondo.
Mientras que a 30 metros de profundidad se encontraron organismos zooplanctónicos más pequeños», afirma D’Agostino, y añade que «este estudio demuestra por primera vez que, en nueva bahía, las ballenas francas australes se alimentan buceando en presas de alta calidad que se agrupan cerca del fondo debido a la estrategia de migración vertical diurna del zooplancton.
Durante la investigación, los especialistas tomaron muestras de tres individuos juveniles y siete hembras adultas (parejas madre-cría). Aunque una hembra y un juvenil permanecieron en la superficie, el resto de individuos se hundieron a profundidades de entre 75 y 115 metros. Además, en tres de las siete parejas de madre y cría monitoreadas, observaron a las crías nadando junto a sus madres cerca del fondo, alcanzando profundidades de entre 73 y 100 metros.
Qué come la ballena franca austral en la Península Valdés
Datos de inmersión y sumersión de ballenas nos sorprendieron considerablemente. A través de este estudio, descubrimos que las ballenas, incluidos los juveniles, bucean a mayores profundidades que las reportadas previamente para esta especie en el Golfo Nuevo», dice el investigador.
Como señala D’Agostino, esta investigación proporciona nuevos conocimientos sobre el comportamiento alimentario de la ballena franca austral en el área de la Península Valdés. Las imágenes obtenidas por CRITTERCAM son fundamentales para interpretar el comportamiento y la respuesta de las ballenas a la ecología de sus presas en nueva bahía.
Este estudio resalta la importancia de la Península Valdés como zona polivalente para la ballena franca austral, y no sólo como zona de cría y cría, como se la conoce en todo el mundo. «Conocer estos datos tiene varias aplicaciones importantes.
En primer lugar, permite una gestión más precisa y eficiente de las áreas marinas protegidas, asegurando la conservación no sólo de especies carismáticas como los mamíferos marinos, sino también de todos los componentes de los ecosistemas, incluidos aquellos que se encuentran en la base de las redes alimentarias.
Además, esta información se puede utilizar para desarrollar políticas de conservación que tengan en cuenta la disponibilidad de presas y la salud general del ecosistema. Esto es crucial para mantener la biodiversidad y la sostenibilidad del hábitat marino en la Península Valdés y contribuir a la preservación a largo plazo de la ballena franca austral y otras especies dependientes del mismo ambiente.
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